Cómo está tu almaMuestra

¿Qué hace saludable a mi alma?

Mi padre no era tan sólo un golfista. Él era un evangelista del golf. Su meta en la vida era el tener la mayor cantidad de gente adepta al golf como fuese posible. Él tenía más pasión y amor por el deporte que nadie a quien yo haya conocido. Si averiguaba que tenías el más minimo interés en el golf, él no solo te invitaba a jugar. Él te pagaba el juego, compraba un par de cajas de pelotas y una camiseta, y tarde o temprano te compraba un set de palos.

Era un experto en superar las excusas que las personas hacian cuando él trataba de convertirlos en golfistas. Mi favorita era cuando la gente decía, "Yo quiero jugar golf, pero simplemnte no tengo tiempo para ello. ¡Es un juego de cinco horas! Lleva demasiado tiempo".

Y mi papá diría: "Bueno, ese es el punto".

"¿A qué se refiere?"

"Usted está demasiado ocupado como para no jugar al golf. Si no puede disponer de medio día para deambular las colinas, respirar aire fresco, disfrutar de paisajes que te dejan sin aliento, y rejuvenecerse a sí mismo en los aromas y sonidos de la naturaleza, entonces tu itinerario tiene un problema. Si no tiene tiempo para el golf, eso solo demuestra lo mucho que lo necesita".

Mientras más viejo me pongo, más aprecio el punto de mi padre. Nuestras almas necesitan descanso regular. Necesitan pausas. Necesitan momentos en los cuales se puedan desconectar de las locuras en la vida y simplemente disfrutar del momento en el que se encuentran. El libro de Salmos dice esto: "Por demás está que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño (Salmos 127:2 RV1960).

Por supuesto que el trabajo duro es parte de la vida; no estoy en contra del trabajo, esfuerzo o incluso agotamiento. Hay tempradas y momentos en los que pondremos largas y duras horas trabajando, y puede que nuestro descanso sufra.

Pero ese no puede ser nuestro estilo de vida todo el tiempo, semana tras semana. Necesitamos un hábito de descanso. Necesitamos una filósofa y punto de vista en la vida que diga: "No tengo todas las respuestas, y eso esta bien. Dios las tiene. Él puede hacer más mientras estoy dormido, de lo que yo puedo hacer estando despierto. Así que, haré mi mejor esfuerzo, y descansaré en el hecho de que Dios está en control y está de mi lado".

Por supuesto, al final de cuentas Dios quiere el descanso para nustras almas, no solo para nuestros cuerpos. Pero los dos están bien conectados. Es difícil estar descansado internamente cuando no estás descansando bien externamente. Resulta más fácil manejar las presiones externas y los problemas cuando tu alma está saludable y relajada.

El descanso no significa ausencia de problemas. Es la presencia de Jesús. Él es nuestra única fuente de descanso verdadera. Les dijo a sus seguidores: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mateo 11:28-29 VRV1960).

RESPONDO

¿Qué hace usted para relajarse y descansar, y qué tan a menudo?

¿Cómo le afecta emocionalmente demasiado estrés? ¿Físicamente? ¿Espiritualmente?

¿Qué significa para usted el que Jesús sea la fuente del verdadero descanso?