Ven, Señor Jesús VenMuestra

Jesús vendrá del mismo modo en que se fue

Lectura: Hechos 1:1–11; Hebreos 9:27–28

DEVOCIONAL: Hechos 1:11

y les dijeron: —Galileos, ¿qué hacéis ahí parados, mirando atentamente al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido elevado al cielo, vendrá del mismo modo como le habéis visto ir.

En el Texto

¿No te encanta este comentario de los dos ángeles a los discípulos? En otras palabras, "dejen de estar ahí, perdiendo el tiempo mirando hacia arriba. Vayan a hacer lo que Jesús les dijo que hicieran". Casi se puede oír la emoción en sus palabras. Jesús va a volver y no hay tiempo que perder. De la misma forma en que Jesús se fue, corporal y visiblemente, regresará, excepto que cuando regrese será para traer juicio sobre la tierra.

Después de la resurrección de Jesús, Él se apareció a los discípulos, así como a cientos de otras personas, por un período de cuarenta días. ¿Puedes imaginarte lo que debe haber sido eso? Ese tiempo especial con Jesús cambió a los discípulos. Cuando Jesús fue arrestado para ser crucificado, todos lo abandonaron. Temiendo por sus vidas, abandonaron al Señor al que habían prometido lealtad. Sin embargo, ahora, después de ser testigos presenciales de Cristo resucitado, pudieron comprobar de primera mano que todo lo que les había dicho sobre Su muerte y resurrección se había hecho realidad. La resurrección de Cristo cambió sus vidas para siempre, y los cuarenta días que pasaron con Él antes de que volviera al cielo les hicieron pasar de tener miedo a no tenerlo. Si pasamos tiempo con Jesús también hará eso con nosotras.

Así que, tomando muy en serio los comentarios de los ángeles, no nos quedemos mirando hacia arriba. Ocupémonos de ser testigos en nuestras Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra a través de nuestro caminar, palabras y trabajo. Con el poder del Espíritu Santo, salgamos sin miedo al mundo y proclamemos la verdad de nuestro Señor resucitado.

Oración

Querido Señor, ayúdanos a proclamar sin miedo Tu promesa de que un día volverás, y haz que cada día cuente. Ayúdanos a compartir con amor y valentía el testimonio de Tu asombrosa obra en nuestras vidas a los que están cerca de nosotras y a los que están lejos. Mientras anhelamos tu regreso, ayúdanos a no quedarnos atrapadas mirando al cielo, sino a permanecer ocupadas en el trabajo de cada día que nos has dado. Hasta ese día, seguiré orando ven, Señor Jesús, ven. Amén.