Ven, Señor Jesús VenMuestra

Jesús: Llevado al Cielo

Lectura: Lucas 24:44–53

DEVOCIONAL: Lucas 24:51

Y mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.

En el Texto

Me encanta la imagen de nuestra lectura de hoy. Mientras Jesús bendecía a los discípulos, fue llevado al cielo. La última acción que hizo Jesús en la tierra fue bendecir a los que lo rodeaban. No puedo ni imaginar cómo habría sido esa visión. Mientras Jesús bendecía y animaba a los que le rodeaban, fue llevado al cielo. Qué ejemplo tan poderoso para nosotras. Mientras seguimos nuestros días a la sombra del regreso de Jesús, que también nosotras seamos una bendición y un estímulo para los que nos rodean hasta el mismo momento en que veamos a Jesús cara a cara. Como Jesús fue llevado, así volverá. ¡Qué maravillosa promesa de esperanza tenemos!

Antes de ascender al cielo, Jesús recordó a Sus discípulos que debían ser Sus testigos ante el mundo. La misma misión que les dio a ellos también nos la ha dado a ti y a mí. Nosotras también debemos ser Sus testigos ante un mundo que observa y sufre (Lucas 24:48).

La gente, antes de querer oír hablar de Jesús, a menudo quieren ver la diferencia que Él ha hecho en tu vida. Comparte tu testimonio. No tiene que ser elegante o dramático, solo real. Comparte sobre ese momento de tu vida que no tenías esperanza y sobre la esperanza que tienes ahora gracias a Jesús. Comparte sobre el quebrantamiento de tu pasado y cómo Jesús te ha hecho completa y ha convertido tu quebrantamiento en belleza para Su gloria. Muestra y comparte lo que Jesús ha hecho en tu vida, y serás Su testigo ante un mundo herido. Ama, anima y comparte la razón de tu esperanza con los que te rodean como si lanzaras confeti en una fiesta. Tenemos mucho que esperar y celebrar a medida que se acerca el día del regreso de nuestro Señor.

Oración

Querido Señor, ayúdame a ser un poderoso testigo Tuyo. Ayúdame a ser valiente y esforzada al compartir con otros la razón de mi esperanza y la fuente de mi seguridad. Ayúdame a animar y a bendecir a los que me rodean como Tú hiciste con los discípulos. Enséñame a amar y animar a los demás mientras esperamos ansiosamente Tu regreso. Hasta ese día, seguiré orando ven, Señor Jesús, ven. Amén.