Oración Para Cambiar.Ejemplo

Las bendiciones nos alcanzarán.

¿Alguna vez has perseguido algo incansablemente? Es frustrante cuando no logramos alcanzarlo, esto pasa muchas veces cuando oramos. No es que Dios no nos escuche, es que a través de ellas perseguimos cosas que no son gratas delante de Dios y por eso Él nos libra de todo mal.

Cuando los discípulos pidieron a Jesús que les enseñara a orar, así como Juan les enseñaba a sus discípulos; Jesús enseña el modelo del Padre Nuestro. Creo que esta es una oración que la mayoría de nosotros conoce, leamos nuevamente este poderoso pasaje lleno de sabiduría de lo Alto: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén” (Mateo 6:9-13). Una parte muy importante de la oración es que oramos para que se haga la voluntad del Padre en nuestra vida, no oramos para imponer nuestros “caprichos” a Dios y que Él nos resuelva las cosas de acuerdo a nuestra voluntad.

Una parte importante de entender es que Dios desea bendecir nuestra vida de maneras maravillosas y cuando hacemos Su voluntad las bendiciones sobreabundan de tal manera que nos sentimos saciados de tanto bienestar. La promesa Bíblica nos dice en Deuteronomio 28:2: “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”. Si obedecemos la voz del Padre, si hacemos Su voluntad y oramos para que Su propósito se cumpla en nosotros, vamos a tener abundancia de paz, gozo y alegría; seremos saciados de bien y podremos ser un canal de bendición para otros. Nuestras oraciones son la clave para que esto suceda porque cuando aceptamos la voluntad Divina comienza un proceso espiritual poderoso. Esto lo veremos mañana si el Padre así lo permite; por ahora meditemos en la maravillosa promesa que se nos ha dado para seguir adelante.

Oremos:

Padre Bueno, Poderoso y Santo; Dios sublime de eterno poder, en este día nos presentamos delante de Tu presencia para darte las gracias por ese inefable amor que nos das y demuestras a través de las muchas bendiciones que traes a nuestra vida; gracias porque somos enormemente bendecidos. En el nombre de Jesús queremos pedirte que nos ayudes a nunca perder el norte y cuando vengan las dificultades no miremos lo grande que ellas pueden ser. Que en todo tiempo miremos lo poderoso que eres y ese amor con el cual nos libras del lazo del cazador, de la peste destructora; gracias porque sabemos que nos has dado libertad y vida eterna, porque ahora somos Tus hijos y nada ni nadie nos podrá separar de Tu amor. Amén.