Oración Para Cambiar.Ejemplo

Un gran poder.

Muchas personas no analizan muy bien el poder de sus palabras, principalmente las que decimos delante del Dios Altísimo. En cada oración que hacemos se libera un enorme poder en la tierra porque nos conectamos con el dador de la vida y creador de lo que existe.

La Palabra nos relata en Lucas 9:54-56: “54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea”. Al igual que Jacobo y Juan muchas personas creen que el poder que nos ha sido dado por Dios es para tomar venganza de otras personas cuando la realidad es que la oración es para pedir por otras personas para que puedan encontrar el camino de vida que nos ofrece Jesús; que puedan alcanzar paz en sus vidas y salir delante de las situaciones difíciles que enfrentan.

La oración eficaz del justo puede mucho, esto es algo que no debemos olvidar porque podríamos pedir por cosas buenas o cosas malas; claro está de que Dios no está obligado a darnos todo lo que queramos. Él analiza cada una de nuestras palabras y lo que brota de nuestro corazón. A través de la oración se externaliza lo que tenemos en el interior, ya sea bueno, o malo. Debemos ser cautelosos a la hora de abrir nuestra boca. Nunca maldecir, siempre bendecir a los que nos rodean porque las bendiciones de Dios son poderosas para el que bendice también. Seguiremos mañana con este tema si el Padre así lo permite. Por ahora analicemos lo que decimos y pidamos al Padre sabiduría y mucho amor en todo tiempo.

Oremos:

Padre Bueno, poderoso en palabras y hechos. En el nombre poderoso de Jesús te pedimos que cada día nos des esa sabiduría que es pacifica, pura y amable para que cada palabra que salga de nuestra boca sea sazonada con sal para que sea deleitosa al alma que está decaída y hambrienta. Que sea ungüento para el que está enfermo y también que sea poderosa para cambiar la vida de quienes escuchen. Sabemos que nos has dado poder y autoridad para liberar, para sanar y para ayudar a quienes están camino a la condenación. Danos ese amor puro y sincero que se manifestó a través de Jesús en la Cruz del Calvario y por el cual hoy somos aceptos delante de ti. No por obras para que nadie se gloríe, sino por el puro afecto de tu voluntad. Que siempre seamos un canal de bendición y nunca elevemos oraciones con palabras de maldición porque sabemos que no te agrada. Amén.