Oración Para Cambiar.Muestra

¿Cuál es nuestra posición al orar?

Muchos debaten si a la hora de orar debe hacerse de rodillas, acostado, sentado de pie o en otra posición. La realidad es que la posición física muchas veces dista de la posición del corazón cuando entramos delante de la presencia de Dios. Si tenemos arrogancia no vamos a ser recibidos gratamente delante del Padre, si somos autosuficientes no será una oración con amor la que tengamos.

Cristo Jesús nos enseñó varios aspectos referentes a la oración. Cuando vemos la Palabra podemos encontrar un hermoso pasaje que nos refleja la importancia de nuestro corazón en Lucas 18:11-14: “11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. Para que podamos ser cambiados necesitamos reconocer que fallamos; si creemos que nuestros pequeños actos nos hacen perfectos estamos muy equivocados.

Cristo oraba con fe y reconocía la majestad del Padre. Si queremos cambios en nuestra vida debemos reconocer nuestra posición delante de Dios y asumir que somos pecadores, imperfectos, seres humanos que solo por la gracia de Dios podemos entrar delante del Trono del Padre para derramar nuestro corazón delante de Su presencia. La postura física es importante porque refleja nuestra posición del corazón; si por ejemplo doblamos rodillas estamos externando que estamos delante de Aquel que es Dueño y Señor de todo; si levantamos las manos delante del Padre es por agradecimiento y alabanza por las grandes cosas que hace en nuestra vida. Claro que Dios también escucha las oraciones de aquellos que están postrados en una cama, aquellos que se sienten mal físicamente y le buscan en medio de su enfermedad; no necesariamente tienen que ser todas las veces de rodillas; si deben ser todas las veces con humildad y amor al Padre; esto es un cambio que debemos hacer para que nuestra vida sea impactada con grandes cosas.

Oremos:

Padre Bueno, te damos las gracias porque nos has dado vida juntamente con Cristo; gracias porque nos has justificado por medio del sacrificio vivo y santo de Cristo en la Cruz del Calvario. En el poderoso Nombre de Jesús queremos pedirte que nos ayudes a ser mansos y humildes de corazón, que reconozcamos nuestras faltas y te abramos el corazón verdaderamente; que cuando nos presentemos delante de Tu Trono lo hagamos con el respecto que Tú mereces porque eres el Soberano Creador de todo lo que existe, que lo hagamos con humildad porque somos imperfectos; que cada palabra que salga de nuestra boca sea para darte la honra y la gloria que mereces por tus maravillosas obras en nuestra vida. Amén.