RestauradaMuestra
NEBLINA
Como sabes, esta experiencia está llena de altibajos emocionales. En mi caso, el mismo año del divorcio estuve desempleada. Dos pruebas difíciles simultáneamente.
Recuerdo un día en particular. Tenía una entrevista de trabajo en una empresa, un lunes por la mañana. El fin de semana había llovido mucho y ese lunes, el aguacero seguía.
Salí de la cama contra mi voluntad y fui a esa empresa. El señor que me entrevistó me llevó a una sala de reuniones y comenzó a interrogarme. Su celular empezó a sonar mientras me hacía la pregunta de rigor:
“¿Cómo ve su vida de aquí a cinco años?”
Él se levantó para atender la llamada y yo me quedé ahí pensando qué responder. Recuerdo que vi hacia una ventana y lo único que había era literalmente neblina.
Estaba sentada en ese lugar con una extraña sensación de vacío, más vacía que ese montón de sillas ejecutivas. Estaba en esa sala donde imagino se toman decisiones importantes, sin poder decidir una sola cosa en mi vida. Tenía ganas de salir corriendo y llorar, porque honestamente no sabía qué contestar.
Salí de ese lugar perdida, cuestionándome sobre esa pregunta. Genuinamente no tenía una respuesta. En ese momento, T-O-D-O en mi vida estaba nublado.
Actualmente, la neblina no se ha disipado por completo; pero ya no es tan densa como lo era. Sé que ese año sombrío fue parte del plan de Dios y le alabo porque no duró para siempre.
(Recuerda eso: NO DURA PARA SIEMPRE).
Probablemente tú estés en una temporada de neblina ahora mismo. No hay respuestas, no hay certeza, no hay garantía de nada. No tienes idea de lo que viene después para tu vida, para la de tus hijos, para tu salud o finanzas.
Si te sirve de algo, puedo asegurarte que esta temporada de neblina tiene un propósito mayor (Is. 55:8-9); uno que no imaginas. Personalmente, la neblina en mi vida me hizo acercarme y depender más del Señor. Pues he entendido que cuando no puedo ver ni siquiera adónde apoyaré mi pie para dar el siguiente paso, Él me ofrece Su mano para caminar a través de la neblina, enseñándome a confiar, dejando que me guíe y solo sintiéndole a mi lado.
Él es el camino (Jn. 14:6), Su Palabra es el mapa (Sal. 119:35), Su voz es la del Capitán del barco. Ese Capitán experimentado al que las tormentas y las neblinas espesas no intimidan, ese al que el viento y el mar le obedecen (Mt. 8:27).
Aunque la vida que soñaste se haya esfumado, recuerda que nuestro Dios es inmutable (Mal. 3:6) y te pide que eches toda tu ansiedad sobre Él (1 Pe. 5:7), y que vivas un día a la vez (Mt. 6:34) confiando en Su soberanía (Is. 46:10). Esta temporada que ha llegado a tu vida, no le ha tomado por sorpresa, y cualquiera que sea la duración de ella, ten por seguro que Él te sostendrá y caminará contigo, aunque la neblina no se vaya.
Mi Padre, confieso que por ahora no puedo ver con claridad muchas cosas en mi vida, pero sé que mi futuro está seguro en Tus manos. Ayúdame a confiar en Ti mientras enfrento esta temporada. Tú eres mi sostén y esperaré en Ti. En Tu nombre, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
El divorcio es capaz de causar heridas profundas y producir mucho dolor y confusión. Pero, también es el escenario que Dios quiere usar para sanarnos y mostrarnos Su gracia. Sin importar las circunstancias de tu divorcio, estos 10 devocionales serán un medio que el Señor usará para devolverte gozo, propósito y esperanza. ¡Llegó el momento de ser restaurada!
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Nos gustaría agradecer a Doménica Maeda por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://destellos7.blogspot.com/