Estudio en el libro de SantiagoMuestra

EL PODER QUE HAY EN ORAR

Es importante reconocer el poder que hay en orar y no es un poder que sale de nosotros. Es el poder de nuestro amado Dios que nos escucha y es Todopoderoso. Cuando oremos, debemos pedir siempre que se haga Su voluntad, porque es posible que lo que queremos nos parezca bien, pero Sus planes son mejores que los nuestros. A veces no los entenderemos, pero estando conscientes de que Dios está en control, veremos Sus propósitos en todo lo que sucede en nuestro entorno. No dejemos de orar nunca, y recordemos que la oración no es solo una conexión con Dios para pedirle cosas, consejos y deseos de nuestro corazón. La parte más importante es agradecerle por todo lo que nos ha dado e incluso lo que está por darnos. Reconocer, que todo lo que tenemos, todo lo que somos, nos lo ha otorgado Él. Todos nuestros logros, si bien es cierto que los realizamos por nuestros talentos y nuestra perseverancia, esos talentos y perseverancia nos las dio Él. Por tanto, vayamos a la oración, primero agradeciendo, luego, no olvidemos a nuestros seres queridos, a nuestros amigos, compañeros de trabajo o estudio y pidamos bendiciones y protección para ellos. El tiempo con Dios es un privilegio que no todos tienen en el mundo. Hay países donde son perseguidos los cristianos. Recordemos orar por esas personas que están en lugares donde les hacen la vida imposible por creer en nuestro Dios y no olvidemos que Él nos ama infinitamente y siempre nos escucha.

ORACIÓN:

Bendito y Amado Jesús, vengo hoy ante ti finalizando ya este estudio de Tu Palabra, para darte gracias por mi vida, por todo lo que me has dado. Agradezco todas y cada una de las bendiciones que a veces doy por sentadas. Todo lo has provisto tú y hoy vengo a darte gracias de todo corazón. Recuérdame siempre orar por todas las personas perseguidas en el mundo y por todos los miembros de mi familia y amigos para que Tú estés presente en sus vidas y los bendigas infinitamente, los sanes y les proveas sus necesidades. Te amo Señor y pido que Tu voluntad se haga siempre en mi vida, que perdones mis faltas como solo Tú sabes hacerlo y me ayudes a ser cada día un excelente representante tuyo aquí en este mundo. En Tu nombre, Jesús, oro, amén y amén.

REFLEXIÓN:

Llegaste al final de este estudio en el libro de Santiago. Te recomiendo leer todo el libro y más de una vez. La Biblia, siendo Palabra inspirada por Dios, nos puede dar un mensaje diferente cada día, aunque leamos el mismo pasaje. Espero que te haya enriquecido espiritualmente y me dejes un comentario de lo que te pareció. Medita en esto, en cada capítulo y cada porción de Escritura. Dios bendiga tu vida abundantemente. No dejes de orar jamás. Hay mucho poder en la oración y nuestra fuente de poder infinito es el Espíritu Santo. Conéctate con Él cada mañana antes de comenzar tu día. Dios contigo.

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