Hacia La Gloria - Cap. 1 "El Verbo Hecho Carne"Muestra

Triunfando al rechazo Parte 2

Como pudimos meditar anteriormente, muchos de nosotros basamos nuestro actuar a partir del rechazo que alguna vez hemos recibido. Pero nos hemos puesto a pensar, ¿cómo debería ser el actuar de Dios que ha sido rechazado por todos?

Me gustaría compartirte una historia para complementar lo que estamos pensando.

Una familia tenía dos hijos. El primero se aprovechaba del hogar, de todo el sacrificio que realizaban sus padres por darles lo mejor, considerándolo un derecho. Cuando creció, se marchó del hogar y no hizo el menor esfuerzo por mantenerse en contacto. Ciertamente era un hijo de la familia, le debía la existencia a sus padres, pero desperdició la oportunidad de tener una relación íntima con ellos.

El segundo hijo, siempre consciente del constante sacrificio de sus padres, aprovechaba todas las oportunidades para mostrarles su agradecimiento. A medida que pasaron los años, aunque también había partido del hogar, buscaba la forma de estar más cerca de sus padres, desarrollando confianza y amistad. Este hijo entendía que tenía una deuda que nunca podría pagar, es la deuda del amor.

Leíamos en Juan 1:10 y 11: “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Así le hemos respondido ciertamente a Dios cada uno de nosotros, le hemos rechazado. Podríamos pensar que el primer hijo de la historia que hoy compartíamos, tiene que ver mucho con la actitud que nosotros teníamos con Dios.

Pero aquellos que son como el segundo hijo, en cierta manera alcanzan lo que el primer hijo no pudo lograr; ya que eligen construir una relación de intimidad con Aquel que ha dado todo por su vida.

Esta es la verdadera oportunidad que Dios nos da, y que estabas esperando, ya que si tomas conciencia de todo lo que Él ha hecho por nosotros, nuestra respuesta debería ser como la del segundo hijo, que buscó desarrollar una relación de confianza y amistad, así como lo hizo David en el Salmo 25:14, donde dice: “La comunión (o relación) íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer Su pacto.

SEÑOR, PERDÓN POR SER YO UNO DE LOS QUE TE RECHAZÓ A TI, PENSANDO EQUIVOCADAMENTE QUE LO QUE RECIBO DE TU PARTE ERA UN DERECHO EN VEZ DE UN FAVOR INMERECIDO. GRACIAS POR SEGUIR INTENTANDO, BUSCANDO Y ESPERÁNDOME; DÁNDOME ASÍ LA OPORTUNIDAD DE VIVIR DE UNA FORMA DIFERENTE, A TRAVÉS DE UNA RELACIÓN DE INTIMIDAD CONTIGO.