Hacia La Gloria - Cap. 1 "El Verbo Hecho Carne"Muestra

Entendiendo Su lenguaje.

¿Cuántas veces te ocurrió que no entendiste lo que alguien te quería decir? ¿Esto puede ser que te pase a menudo cuando Dios te habla?

El Evangelio de Juan se diferencia de los otros 3 Evangelios, ya que omite mucho de lo que Mateo, Marcos y Lucas cuentan. Pero por otra parte, refiere mucho que los otros evangelistas no mencionan.

Jesús se presenta en este Evangelio de formas diferentes, porque era necesario hacerlo así. La primera que elige se encuentra en el primer versículo de este Evangelio, donde podemos leer: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". El término griego utilizado para “Verbo” es LOGOS, que era una de las 3 maneras que tenían los griegos para pensar en la PALABRA.

A diferencia de los judíos que contaban con menos de 10.000 términos para comunicarse, los griegos tenían 200.000. Ellos utilizaban al menos 3 expresiones distintas para referirse a la PALABRA. Una de ellas era RHEMA, que significaba “lo que se expresaba” o “lo dicho por alguien”. También utilizaban LOGOS, que se refería “al pensamiento que se conoce por la palabra, lo que está en la mente, en el carácter o la esencia misma que se comunica por la palabra”. Por último, existía el término LALIA, que significaba sencillamente “emitir un sonido”.

El utilizado por Juan fue LOGOS, y más adelante podemos ver lo que se expresa en el versículo 14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. Es decir que Jesús, es la encarnación de la PALABRA, dándonos a conocer el pensamiento de Dios, Su carácter o esencia misma.

Aun así, muchas veces las personas seguimos sin entender aquello que Dios quiere decirnos. ¿Por qué será? Hay un versículo más adelante, en este mismo Evangelio, donde Jesús nos ayuda con este problema. Leemos en Juan 8:43: “¿Por qué no entienden mi lenguaje? Porque no pueden escuchar mi palabra".

Aquí se utilizan 2 de los términos que antes hemos mencionado. Las personas que rodeaban a Jesús no entendían Su lenguaje, lo que Él decía, es decir, Su LALIA; porque no podían escuchar Su pensamiento, Su carácter, Su misma esencia, es decir, Su LOGOS.

¿Cuántos de nosotros seguimos hoy sin entender el lenguaje de Dios? Esta dificultad no se encuentra en la falta de comunicación de Dios, sino como dijo Jesús: “...no pueden escuchar mi palabra".

Un oído cerrado, un corazón endurecido que no escucha el pensamiento que revela Jesús, el LOGOS de Dios; que no tolera Su carácter, ni acepta Su esencia.

Es por esto, que necesitamos modificar algo en nosotros para comenzar a entender aquello que Dios quiere comunicarnos. Tenemos delante nuestro, una oportunidad única, ya que, con Jesús, nuestro conocimiento de Dios ha cambiado, revelándose Su carácter, Su esencia, Su pensamiento; dándonos a conocer el corazón de Dios.

Leemos en Juan 1:18: “A Dios nadie le vio jamás, el unigénito Hijo, (Jesús, la expresión de Su pensamiento, carácter y esencia, el LOGOS de Dios), que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.

SEÑOR, CAMBIA EN MÍ AQUELLO QUE IMPIDE QUE TE CONOZCA MÁS, PARA ASÍ PODER LLEGAR A DESCUBRIR TU PENSAMIENTO, TU CORAZÓN, Y ASÍ ENTENDER LO QUE QUIERES HABLAR A MI VIDA.