Hacia La Gloria - Cap. 1 "El Verbo Hecho Carne"Muestra
Triunfando al rechazo Parte 1.
Una de las heridas emocionales más profundas que podemos llegar a experimentar es el rechazo. En cada uno de nosotros, despierta un gran número de comportamientos a nivel interno y externo que van desde la pasividad, la apatía, o la depresión, hasta conductas autodestructivas, impulsividad, hiperactividad, violencia, etc. Todas las personas, de una forma u otra lo hemos experimentado, y aun así no todos reaccionamos de la misma manera ante esta vivencia.
Pero me gustaría poder ver al rechazo desde otra perspectiva, sin dejar de negar las experiencias personales, pero cambiando el foco de la situación. ¿Y si cada uno de nosotros, más allá de las situaciones de rechazo que nos han tocado atravesar, también estamos rechazando la oportunidad de tener una relación transformadora que nos eleve por encima de aquellas experiencias que han provocado heridas en nuestras vidas?
Al leer Juan 1:9 al 13, podremos meditar un poco sobre esto mismo. Comencemos por el versículo 9, donde dice: “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo".
Aquella luz verdadera es Jesús, quien vino a este mundo. Muchos pasan gran parte de su vida quejándose que otros han tenido las oportunidades que a ellos se les negó. Pero, ¿y si no es tan así? ¿Y si Jesús es la verdadera oportunidad que se encuentra al alcance de todos? La Biblia dice que Jesús no vino solo para algunos, sino que vino al fin de alcanzar a “todo hombre”, sin importar su historia, su condición o situación.
¿Y qué es lo que ofrece Jesús? Como ya hemos podido meditar anteriormente, Jesús ofrece luz, es decir, vida, pero no como el mundo la da. Aquí Juan nos agrega un término interesante para pensar, ya que nos dice que esa luz es verdadera. La traducción del vocablo no se refiere a estar en oposición a falso, sino que expresaría esta idea: JESÚS ES AQUELLA LUZ REAL O GENUINA, en oposición a lo irreal.
Entonces sería bueno preguntarse: ¿Y si Jesús es entonces la real oportunidad de vivir una vida diferente?
Ahora bien, los versículos 10 y 11 nos van a describir la respuesta natural que hemos tenido todos los hombres y mujeres, ante la oportunidad real que nos ha dado Dios de vivir una vida diferente.
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”.
Por un lado, se nos presenta el actuar de Dios, y aunque el Evangelista se refiere a su tiempo en particular, nosotros bien sabemos que esto no ha cambiado hoy en día.
Dios continúa estando presente en el mundo, aunque muchos quieran ignorarlo. El mundo en el que vivimos fue hecho por Él a pesar de que busquemos otras explicaciones. Él vino al mundo a hacer lo suyo, y debemos saber que no nos falló. Pero por otro lado veamos nuestro actuar en respuesta al actuar de Dios: “pero el mundo no le conoció (…) y los suyos no le recibieron".
¿Esta actitud nuestra hacia Dios no se resume en una sola palabra? Sí, RECHAZO. Nosotros, cada uno en forma particular, hemos rechazado a Dios.
¿Y cuál es la respuesta de Dios hacia nuestro rechazo? Él sigue intentando, sigue buscándonos, sigue esperando. Y ante los intentos de Dios, Su búsqueda y espera; es ahí donde nos encontramos con los versículos 12 y 13 del pasaje que estamos meditando, donde dice: “Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios".
Todos hemos rechazado a Dios, pero algunos dándose cuenta de este gran error, en algún momento le han ACEPTADO, le han recibido, dándole un lugar en sus vidas para que sea la luz real y genuina que transforme su realidad. ¿Y cómo hizo Dios posible esto? A partir de una nueva relación, ya que “...les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
Tomemos nota de que esta oportunidad no es algo que se hereda de una familia, ya que no se engendra por la sangre; tampoco es posible lograrlo por el esfuerzo realizado por uno mismo, ya que no se alcanza por la voluntad de la carne; y menos que menos puede ser otorgado por una persona, ya que no es producto de la voluntad de un hombre. Debemos entender que esta posibilidad la da solo Dios, para todos los que creen en Jesús.
GRACIAS SEÑOR PORQUE NO ME RESPONDISTE DE LA MISMA FORMA QUE YO TE RESPONDÍ. GRACIAS POR ACEPTARME, POR RECIBIRME Y POR DARME VIDA Y LUZ.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios ha pensado en cada uno de nosotros desde la eternidad misma, es por eso que en esta primera entrega te invito a que puedas conocer un poco más a Jesús. Y, así comenzar a caminar junto a Él hacia la gloria que tiene preparada para cada uno de nosotros.
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Nos gustaría agradecer a Adrián Hoffmann por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/adriannicolashoffmann/