Día 3

Jacobo completó diversos preparativos por temor a que su hermano planeara un ataque contra él (Génesis 32:26). Resulta que Jacobo sí fue atacado, pero no por su hermano, Esaú. En cambio, solo en la noche, Jacobo fue atacado por un hombre misterioso y desconocido. Los dos se involucraron en un combate físico, luchando entre sí hasta el amanecer. Pronto aprenderemos que este hombre misterioso era Dios, mostrando algún tipo de forma física (Génesis 32:28).

A medida que su estancamiento continuaba, el hombre de repente le tocó la cadera a Jacobo. La mención de "tocar" no implica que se trate de algún tipo de milagro u otro acto sobrenatural. Estos hombres luchaban, una competencia que, por definición, implica hacer palanca y forcejear contra las articulaciones. Como un instructor que "no puede" derrotar a un estudiante usando tácticas autocontroladas, este hombre "no puede" derrotar a Jacobo hasta que elija dar un golpe decisivo, posiblemente permanente. Esto, por supuesto, significa que Jacobo estaba en total desventaja. (Génesis 32:31).

Aunque claramente derrotado, Jacobo no soltó al hombre. El hombre insistió, queriendo irse, ya que había llegado el amanecer. Jacobo se negó. Reconoció que este hombre tiene poderes sobrenaturales. De hecho, parece que entendió que era Dios o un representante de Él. Jacob insistió en que el hombre lo bendijera. Esta petición configura uno de los momentos más profundos del simbolismo de todo el Antiguo Testamento. Dios cambió su nombre a Israel y lo bendijo. Cuando salió el sol, Jacobo cojeó para reunirse con su familia y encontrarse con su hermano.

Dios te ama en esta misma etapa de tu vida. Él ha perdonado tus pecados y quiere encontrarte. A Jacobo no le importaron los pecados que cometió ni su pasado. Sintió la presencia de Dios y estaba decidido a recibir Su bendición. Decidió no dejarlo ir hasta que fuera bendecido. ¡Eso es fe! ¿Estás listo para recibir la bendición de Dios? Comienza una conversación con Él hoy. Inicia sesión en YouTube y escucha alguna predicación. Pon una playlist de adoración y abraza La Palabra de Dios. El libro más vendido hasta el día de hoy es la Biblia. Eres más que tu trabajo. Eres tu mejor inversión. Camina en la confianza de Dios.

Oración del Día:Dios, gracias por amarme. ¡Me ves como realmente soy, y todavía me aceptas! Hoy, te entrego todas mis etiquetas, preocupaciones y cualquier comentario falso sobre mí. Tú sabes cómo me han llamado y lo que he creído de mí. Por favor, reemplaza cualquier narración falsa con Tu verdad: que soy Tu hijo y que soy muy amado por Ti.