Día 1

Santiago ha escrito que Dios está listo y dispuesto a dar sabiduría a todos los que se la pidan, de forma gratuita y sin reproches. Pero deben pedir creyendo que Dios es digno de confianza para darla; deben estar listos para actuar según la sabiduría que Él da.

Sin embargo, aquellos que ven el camino de Dios como sólo una de muchas opciones, pasarán sus vidas moviéndose de un lado a otro a causa de cualquier viento que sople más fuerte. Una persona que viene a Dios, pidiendo sabiduría, pero sin fe, y continúa buscando fuentes de sabiduría contrarias a Dios, será como una ola sacudida por el viento.

Aquí, en el versículo 7, Santiago aclara que la persona incrédula no debe esperar recibir sabiduría de Dios. Él se preocupa profundamente de que Sus hijos, creyentes en Jesús, confíen exclusivamente en Él. No tiene interés en ser uno de los puestos de ideas teológicas que visitamos en el mercado. Él quiere ser nuestra primera y última parada. Si no confiamos exclusivamente en Él, ¿cómo podremos recibir Su sabiduría?

Dios desea ser el centro de nuestra vida. Tenemos que tener el coraje y la confianza para pedirle a Dios lo que queremos. También tenemos que creerlo y tener fe como la de un niño. ¿Recuerdas cuando eras niño y creías que eras un superhéroe, médico, cantante o deportista profesional? Realmente lo creíste y lo viviste. ¿Dónde está esa fe de tu infancia? ¿Cuáles son los dones en los que necesitas pasar más tiempo trabajando? Busca el progreso y no la perfección. Los regalos están dentro de ti. Son enviados de Dios. Elimina el techo de cristal y vive tu legado.

Oración del Día:Dios, gracias por ser mi fortaleza y mi defensa. Sé que siempre puedo confiar en Ti y que siempre cumples Tus promesas. No tengo nada que temer porque Tú estás conmigo. Me proteges, me fortaleces y vas delante de mí. Eres todo lo que necesito porque eres mi Salvador. ¡Gracias, Dios!