La Magia de la NavidadMuestra

Sabiduría de los sabios de oriente


Mis hijos tienen el conocido nacimiento de Belén de Fisher-Price, que cada año se saca ceremoniosamente junto con las decoraciones navideñas. Es un honor hacer el arreglo de este amado nacimiento en nuestra casa. Tiene a los protagonistas de siempre: María, José, el Niño Jesús, los pastores, animales, y el ángel iluminado.

También están los sabios de oriente. Aunque son algo común en los pesebres como el mío, muchos creen que no estuvieron presentes en el momento del nacimiento de Jesús. Hay muchos interrogantes en torno a este relato, pero su historia me anima y me interpela. Los sabios fueron guiados a encontrar y adorar al Rey recién nacido. Respondían a un llamado en sus vidas.

¿Estoy conectado con Jesús y permanezco en Él para poder escuchar el llamado que ha hecho en mi vida? ¿Responderé?

Los sabios estaban decididos a alabar al nuevo Rey. Viajaron desde el Este, tal vez desde Yemén o China, con destino final a Belén. Mucho antes que los aviones, trenes o automóviles existieran, su expedición de más de mil millas probablemente duró dos años. Nada en el viaje era conveniente o fácil, pero perseveraron para ir a adorar a este Rey niño.

¿Soy disciplinado y decidido en mi caminar diario con Jesús?

Los sabios se alegraron por la promesa cumplida de un Mesías y no dudaron de la llegada de un Rey recién nacido (potencialmente niño).

¿Mi alegría se detiene cuando Sus planes para mí son diferentes de lo que imaginaba?

Los sabios fueron intencionados con sus regalos digno de un rey.

¿Qué regalos le traigo a Jesús? ¿Recibe lo mejor de mí, o mis sobras?

Los sabios fueron audaces. Después de recibir una advertencia en un sueño sobre el rey Herodes, audazmente desobedecieron las órdenes reales y, por lo tanto, arriesgaron sus vidas. Luego, Herodes emitió un edicto para asesinar a todos los bebés de dos años o menos. Estoy seguro que también se dictó una orden de muerte sobre las cabezas de los sabios.

¿Cómo puedo ser más audaz en mi camino con el Señor? Mi vida no corre peligro cuando soy audaz en mi fe, ¿por qué soy tímido?

Gracias, Señor, por el ejemplo que los sabios de Oriente dejaron. Ayúdame a recordar su fiel obediencia cuando vea un pesebre en esta temporada mágica.

Heather Judd
UpStreet