Vivir renovado: En NavidadMuestra

Paz

Cuando piensas en la temporada navideña, ¿qué sientes? Quizá estés lleno de expectativas, esperanza y gozo. O quizá, como muchos otros, te sientas cansado, abrumado o estresado. Aunque es usual sentirse ansioso en esta temporada del año, lo que Dios quiere para nosotros es que tengamos paz.

Antes de Su muerte y resurrección, Jesús prometió darnos paz. El problema es que muchos no sabemos cómo acceder a ella en el día a día. Sabemos que debemos de entregar nuestras preocupaciones a Dios, pero muchas veces es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente con nuestras mayores preocupaciones. Por alguna razón, mientras más pesada la carga, más intentamos cargarla sin ayuda. Gracias a Dios, en la carta de Pablo a los filipenses, él nos ofrece orientación sobre cómo entregarle nuestras cargas a Dios:

Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.

​​Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen. Lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en mí, esto hagan; y el Dios de paz estará con ustedes.

Aquí se nos dice que la forma de intercambiar la ansiedad por la paz es por medio de la oración Específicamente, con oraciones de ruego y acción de gracias. Eso quiere decir que cuando vamos a Dios, debemos pedir humildemente lo que necesitamos mientras le agradecemos por lo que ya tenemos. Pero no termina ahí. Mientras arrancamos nuestros pensamientos de ansiedad, llenamos nuestra mente de las cosas de Dios. Cuando oramos así, puede que no recibamos la respuesta exacta que estábamos esperando, pero podemos confiar en que Dios será fiel para darnos paz.

Sin importar lo que sea que estés viviendo, este pasaje fue escrito para ti. Te dice que no estés ansioso por nada. Na-da. Todo lo que puedas estar viviendo en estos momentos está incluido. Si estás luchando por tu matrimonio, no estés ansioso. Si no puedes solventar la compra de regalos este año, no estés ansioso. Si estás esperando los resultados del laboratorio, no estés ansioso. El estrés de la temporada, la tensión y el dolor, todo está incluido.

Dios quiere quitarte toda ansiedad y darte paz. No en el futuro, sino ahora mismo. Solo habla con Él. Si no sabes por dónde comenzar, hazlo agradeciéndole por el regalo de Jesús y tu salvación, porque siempre está a tu lado y porque te ama sin condición. Agradécele por Su provisión, Su protección y todo lo bueno en tu vida. Cuando alabas a Dios, recibes el poder de cambiar tu perspectiva. Así es como accedes a la paz en medio de tus luchas.

Esta navidad, elige mantener una perspectiva eterna. Recuerda las profecías cumplidas por el nacimiento de Jesús y deja que la fidelidad de Dios te llene de esperanza. Ponte la completa armadura de Dios cada día y deja que Su fuerza te proteja de los ataques del enemigo. Mira por encima de tus circunstancias temporales y encuentra gozo duradero en saber que tu eternidad está asegurada. Dale a Dios todas tus preocupaciones y confía en Él para guardar tu corazón y mente en paz. Podemos vivir diferente esta temporada de celebración si nos mantenemos enfocados en quién es Dios, Sus promesas cumplidas y el futuro que ha de venir.

Oramos pidiendo que Dios use este Plan para ministrar tu corazón.
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