Sabiduría para la salud mentalMuestra

Faro 4: Lectura de las Escrituras

Aferrarse a la esperanza puede ser difícil, especialmente cuando se experimentan problemas de salud mental. La vida puede sentirse caótica y eso puede dificultar el saber cómo avanzar. Tal vez no puedes escapar del diálogo interno negativo y sientes que te hundes en la desesperanza.

¿Cómo silenciamos los pensamientos negativos y los reemplazamos por una confianza vivificante? Una de las mejores maneras de lograr eso es seguir haciendo lo que has hecho tan bien en los últimos días: leer las Escrituras regularmente.

Las Escrituras nos arraigan en la verdad. Eso siempre es importante, sobre todo cuando nos enfrentamos a problemas de salud mental, lo que puede hacer que se vuelva fácil creer en los peores de los casos. Sin una verdad en la cual apoyarnos, podemos acabar convenciéndonos de que nunca nos sentiremos sanos o de que nunca nadie conocerá nuestro verdadero yo. Cuando nuestros pensamientos se arremolinan, a veces solo necesitamos aferrarnos a algo firme y verdadero. Aferrémonos a la verdad y dejemos ir las mentiras.

Hoy leímos unos versículos sobre Dios y Su amor por nosotros. Deja que las palabras te inunden de nuevo, silenciando el dañino diálogo interno en tu mente. Incluso puedes optar por memorizar uno de los versículos, para poder repetírtelo cada vez que te sientas solo o desesperado.

Considera este:

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor. Salmo 103:8 NVI

Este versículo nos recuerda el amor de Dios por nosotros. Él camina con nosotros tanto en los días sanos como en los días llenos de recaídas. Pase lo que pase, Él está presente y se preocupa por ti. Dios te ayudará a lo largo de tu viaje de salud mental por medio de Su gracia.

Nuestros pensamientos no siempre se basan en la verdad. Pero la Biblia contiene la verdad en la que podemos descansar. Dios está con nosotros, pase lo que pase.

Oración: Dios, gracias por darme fortaleza a través de las Escrituras. Ayúdame a recordar Tus palabras cada día para poder silenciar los pensamientos negativos. En el nombre de Jesús, amén.