Dios y la CienciaMuestra

Ciencia y Espiritualidad

Recientemente, los estadounidenses celebraron el aniversario 50 del primer paso de la humanidad en la luna. El año 1969 marcó uno de los mayores logros de la ciencia. Tal vez recuerde los detalles: un cohete de 6,2 millones de libras lanzó astronautas estadounidenses al espacio a más de 42.200 km/h. Cuatro días después, aterrizaron en la luna.

Pero antes de que Neil Armstrong y Buzz Aldrin dieran esos primeros pasos épicos, sucedió algo más. Buzz sacó pan y vino y celebró la Santa Cena, confesando su conexión con Jesús. También leyó las antiguas palabras de su Salvador: "Yo soy la vid y ustedes son las ramas" (Juan 15:5). Buzz imitó a los astronautas del Apolo 8, los hombres que leyeron Génesis 1 mientras miraban a la Tierra desde el espacio.

Me encantan esas historias. Me recuerdan que lo científico y lo espiritual no son mutuamente excluyentes. Usted puede ser un científico devoto, incluso el mejor en su campo, mientras se aferra a Dios, a su Hijo y a la fe cristiana.

Tal vez algunos de los "frutos" que los cristianos producen es un profundo deseo de conocer más a Dios, no solo por medio de los tiempos de paz y los servicios de la iglesia, sino mediante el vasto universo que nuestro Padre creó. Tal vez, las palabras "¡Amén!" y "¡Aleluya!" se pueden escuchar no solo en los santuarios, sino también en ámbitos científicos.

Tal vez, el más científico de nosotros también puede ser el más centrado espiritualmente en Jesús. ¡Solo pregúntele a Buzz!

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