¿Cómo Orar Por El País Y Sus Gobernantes? Muestra

Tú y yo somos hijos, nacimos de un padre y una madre, y una de las grandes labores que tienen los padres, aunque a veces no sea agradable, es corregir a sus hijos cuando es necesario. La Biblia nos habla de un Dios, que es Padre también, y como un buen padre nos corrige cuando es necesario.

Dios a través del profeta Miqueas cuenta y denuncia la maldad de su pueblo y las consecuencias de su proceder. El propósito de la profecía bíblica no es predecir el futuro, sino la de exhortar al pueblo a volver sus ojos a Él. Esto se hace a través de una voz de denuncia y de juicio, como también de esperanza, perdón y restauración. Estas palabras de Miqueas son el eco de la voz de Dios que hoy resuena también para nosotros. Porque el profeta no solo habló para ese pueblo, sino también para este tiempo.

Dios te recuerda hoy que Su voz es una voz de justicia, que conoce tus maldades, la maldad que pasa en tu familia, en tu ciudad y en el país. Dios ve al opresor, al malo, al que se aprovecha de otros; y ésta maldad no quedará impune. Ésta es una voz de esperanza, porque ninguna maldad, ninguna injusticia Dios la pasa por alto. Pero también es una voz de advertencia, porque también Él ve tu maldad y ésta tampoco quedará impune.

Hoy es una oportunidad para que podamos escuchar Su voz, reconocer nuestra maldad y pedirle perdón. Hoy es la oportunidad para descansar en que Dios hace justicia, restaura y transforma cada vida que se humilla ante Él.

Oración: Señor gracias porque en tu Palabra puedo escuchar tu voz. Tú ya conoces la maldad que hay en mi país, no te son desconocidas las injusticias que suceden a diario, y hoy quiero descansar en ti, en la seguridad que ante ti nada quedará impune.