ÝINTRODUCCIÓN

Dios, después de haber creado un paraíso extraordinario y después de haberlo llenado de incontables formas de vida: animales y plantas, frutas y verduras, amaneceres y atardeceres, después de haber llenado la galaxia entera, creó al hombre y lo puso a cargo de todo.

Dios llenó la tierra, la bendijo y se la regaló a la humanidad. Y junto con eso, nos dio algo más: "Propósito", que es aquello relacionado con la necesidad del ser humano de encontrar un significado de vida, de lograr un fin, un objetivo, una meta.

Dios nos dio un propósito para que vivamos una vida llena de significado y rodeados de belleza. Pero hoy en día, el hombre ha convertido su vida en una rutina aburrida, que busca gratificaciones instantáneas y pasajeras. Vidas llenas de amargura y resentimientos.

Muchos, aún dentro de nuestras congregaciones, están viviendo vidas frías y sin sentido. Algunos han entrado en una temporada larga de estancamiento espiritual. Y los cielos se han cerrado para ellos. Hay gente que sabe que no está obteniendo respuesta. Pero el mayor problema, aunque lo parezca, no es ese, sino que piensan que están bien, que Dios quiere que vivan así, y quieran seguir así.

El Salmista David escribió en el Salmo 92:12-14: “El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes”.

Los versículos que leemos en este poderoso Salmo revelan el corazón de Dios para con nosotros.

Él desea tener una relación contigo, pero se trata de una relación dinámica. Dios está intentando que comprendas que todas tus respuestas están en tener una relación con Él. Y que mientras más tiempos pases con Él, tu perspectiva, tu sentir, tus experiencias y tu vida cambiarán.

Este Salmo nos revela su plan. La Biblia enseña que podemos florecer en esta vida, que podemos disfrutarla a pesar de las aflicciones que trae.

En este Salmo, Dios está abriendo Su corazón y te está diciendo: “Quiero verte crecer y dar mucho fruto”. Florecer significa crecer, dar fruto y experimentar una mejora.
Todos queremos eso, pero pocos lo vemos posible. Sin embargo, Dios quiere, Dios puede y Dios lo hará y este Salmo nos revela con quienes lo hará; Él lo hará con los justos.

La palabra justo es usada en las Escrituras en dos formas:

1) Justo (tsadding): Uno que es correcto, íntegro, limpio, claro. Alguien que vive en perfecta justicia e integridad, aun cuando ordena condena. Por lo cual se usa más específicamente para describir a Dios. Lamentaciones 1:18 nos da un ejemplo y dice: “Jehová es justo (tsadding), yo contra su palabra me revelé”.

2) Justo (dikaios): Es ser derecho, sin culpa, conforme a las leyes de Dios y de los hombres. Que vive acorde a las reglas, acorde a la forma de vida divina y la cual solo es posible por medio de la justificación y la santificación que viene por medio de la fe en Cristo.

Mateo 1:19 nos da un ejemplo y dice: “José su marido, como era justo (dikaios), y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente".

Dios desea que todos sean justos porque.... ¡El justo (dikaios) florecerá como la palmera!