InseparablesMuestra

Inseparable del otro

¿Te imaginas una banda de música que esté compuesta solo por cinco bajistas? Sonaría bastante insulsa. ¿O un partido de fútbol con 11 delanteros? No ganaría muchos partidos. ¿Y qué pasaría con una bicicleta sin pedales? Andaría solo cuesta abajo, ¡y desearíamos que los frenos estuvieran en su lugar y funcionando!

Todo funciona si cada parte está en el lugar que le corresponde, haciendo lo que le toca. Vivimos en sociedad, por lo cual necesitamos de los otros para todo. Pero, ¿por qué decimos que tenemos que ser inseparables del otro? Inseparables del cuerpo de Cristo, es decir, la Iglesia. Los otros, que nos impulsan, nos potencian, nos completan. Somos parte de la Iglesia, y, por lo tanto, tenemos un compromiso con la iglesia local, a la cual honramos y nos sujetamos. Entiendo que el prójimo, es aquel que está a mi lado, que tiene dones y capacidades distintas, y que por ello me impulsa a más. No podemos vivir aislados, solitarios, mostrándonos solos, invencibles. Dejemos de lado nuestro orgullo, y unámonos al otro, que es diferente a mí. Y a su vez, todos unidos a Cristo, podremos hacer grandes cosas.