Hijos de DiosMuestra
Comparación
¿Alguna vez has sentido que no eres bueno suficientemente? ¿Qué hay detrás de esto? Comparación. A menudo, nos comparamos con los que nos rodean, y la verdad es que las personas son mejores que nosotros y las personas son peores que nosotros. Con miles de millones de personas en este planeta, podemos ejercer nuestra energía pensando en cómo somos mejores que los demás en un buen día, y en un mal día; podemos pensar en todas las razones por las que no somos suficientes.
Isaías 55:9 (NVI) dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. No somos lo suficientemente buenos, pero Dios nos aceptó; Jesús murió por nosotros cuando aún éramos pecadores (Romanos 5:8). ¿Has notado algún patrón de pensamiento que ocurre cuando comparas? Es como si estos pensamientos se escondieran en un compartimento secreto de tu cerebro, apareciendo sigilosamente cuando te activas. Aunque pensaste que los enterraste, salen a la superficie una y otra vez.
Cuando te comparas con los demás o te sientes negativo contigo mismo, ¿típicamente te encuentras en un espacio negativo? Tendemos a tener pensamientos, sentimientos y comportamientos más positivos en un espacio positivo. Mientras estamos en un espacio negativo, nuestros pensamientos, sentimientos y comportamiento se vuelven negativos.
Veamos dos pasos iniciales que podemos seguir para volver a un espacio positivo.
Paso 1: Reconoce que estamos en un espacio negativo.
Paso 2- Ora y usa las Escrituras para ayudarnos a avanzar hacia un espacio positivo.
Dios, aquí estoy de nuevo, comparándome con los demás. Reconozco que necesito transformarme. Renueva mi mente y ayúdame a conocer Tu voluntad (Romanos 12:2b). Amén.
Crédito extra:
Revisa la lista que comenzaste la última vez respecto a las veces en que traes a Dios a otros roles. Cuando participaste en cada acto, ¿estabas en un espacio positivo o negativo? ¿Te estabas comparando con ellos o te estabas enfocando en tu papel principal como hijo de Dios?
Escrituras
Acerca de este Plan
Tenemos tantos títulos, pero ¿cuál es el más importante? Hijo de Dios, ¿verdad? ¿Alguna vez te sientes abrumado por todos los otros títulos que tienes? Ser un niño, padre, estudiante, hermano, empleado o atleta trae mucho ajetreo. Este Plan buscará formas de mantener a Dios en el lugar #1 mientras haces malabarismos con tantas otras responsabilidades.
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