Volver Al Padre | Su CarácterMuestra
Benevolencia
En los últimos tiempos es común escuchar: “Si Dios es tan bueno, ¿por qué permite que mueran inocentes en la guerra? ¿Por qué mi madre murió de cáncer cuando era un niño? ¿Por qué perdí mi trabajo?
Aunque no tenemos una respuesta satisfactoria para estas preguntas dolorosas, sí podemos analizarlas a través de lo que Él nos dejó en Su Palabra. Lo primero que podemos ver, es que el Padre permite el libre albedrío en el hombre, el cual nos lleva a actuar dentro de la voluntad del Creador, cuando nos relacionamos con Él, pero de igual forma, procedemos mal, si no lo conocemos y no entendemos Su voluntad.
También existe el mundo material de las cosas físicas, en el cual Dios no interviene a cada instante. Es decir, un palo de madera sirve para calentar la comida cuando se convierte en carbón, pero al mismo tiempo puede golpear a alguien. El Padre no cambia las ondas sonoras cuando decimos groserías a otro ser viviente para evitar que tengamos problemas. Él creó todo lo bueno como dicen las Sagradas Escrituras (Génesis 1:31), de esta manera actúa en favor nuestro y muchas veces a través de los milagros. Allí es donde radica la cuestión. Por el hecho de intervenir en “ocasiones” en la vida humana y no “siempre” como a muchos nos gustaría, perdemos de vista que en realidad el Padre contiene la “Benevolencia completa” es decir, Dios es muy bueno al habernos creado y haber diseñado el plan de salvación aunque no lo merecíamos, por las decisiones mal tomadas a través del libre albedrío. Él permite que podamos inspirar cariño, incluso, después de conocer los pensamientos más profundos y negativos que se nos ocurren. Esta es la verdadera bondad de Dios hacia Su creación.
C. S. Lewis en su libro El problema del dolor (p. 52) dice: “Dios no tiene necesidades [...] Pero el amor de Dios, lejos de ser causado por la bondad del hombre, origina toda la bondad que hay en el hombre, primero amándole al darle la existencia y luego dándole la capacidad de inspirar cariño. Dios es bondad. Él puede dar el bien, pero no puede necesitarlo o recibirlo. En este sentido, todo el amor de Dios es, por definición, infinitamente generoso; tiene todo para dar, y nada que recibir".
Por ello, el apóstol Juan dice: “Pues el amor radica no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados".
La bondad de Dios solo la podemos comprender, cuando hemos observado nuestros pecados y por tanto, reconocemos que no la merecemos.
¿Cómo podrías cambiar tu manera de vivir para ser consecuente con la bondad de Dios?
Escrituras
Acerca de este Plan
Una de las cosas que más le impide a las personas volver a Dios es la idea distorsionada de quién es Él realmente. Algunos lo ven como un Dios malo, injusto, castigador y lleno de ira, o como un Dios lejano, apático. En “Volver al Padre” queremos darte a conocer el verdadero carácter de Dios, esas cualidades morales que lo hacen un Padre lleno de amor, verdad y santidad.
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Nos gustaría agradecer a Casa Sobre la Roca, Iglesia Cristiana Integral por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://casaroca.org/