Ser Padres Con GraciaMuestra

Gracia y disciplina

Otra área en la que muchos padres luchan es la de disciplinar a sus hijos. Aunque puede parecer que la gracia y la disciplina están en conflicto, y que la gracia puede significar no dar disciplina cuando está justificada, lo cierto es lo contrario. Los padres que retienen la disciplina de sus hijos no les enseñan la gracia, sino el permiso.

Nuestro modelo de paternidad viene de nuestro Padre celestial que disciplina a todos los que ama (Hebreos 12:5-11). Dave Anderson escribe:

«Estamos en una familia. Dios es nuestro Padre. Un buen padre motiva a sus hijos positiva y negativamente. Para motivar a su hijo a hacer bien las cosas, el padre puede ofrecer ciertas recompensas, aunque sea solo la recompensa de la alabanza y la aprobación. Por otro lado, ayuda al niño a saber que habrá consecuencias negativas si decide portarse mal[1]».

En una época en la que la disciplina paterna está mal vista por muchos, los padres deben prestar atención a lo que dice Dios. La forma en que Dios crio a su pueblo elegido, la nación de Israel en el Antiguo Testamento, muestra paciencia, gracia y perdón, aunque también disciplina que a menudo era dura. Pero siempre, dentro de su disciplina, había misericordia para ellos. Dios no actuó por rabia vengativa. Cuando se rebelaron en su incredulidad, Dios los mantuvo en el desierto durante 40 años. Sin embargo, incluso en esto vemos su gracia y misericordia. El desierto fue el aula donde Dios les enseñó a confiar en Él. Los preparó para los desafíos que enfrentarían en la conquista de la Tierra Prometida. Aprendieron a confiar y a obedecer. Los padres amorosos muestran gracia a sus hijos disciplinándolos pacientemente y negándoles la libertad hasta que el niño haya aprendido a confiar y obedecer. Al mismo tiempo, aprenderán a confiar y obedecer al Señor.

El autor de Hebreos termina su sección sobre la disciplina de Dios diciendo que la disciplina no es agradable; es dolorosa, pero su resultado será una cosecha pacífica de vida correcta (Hebreos 12:11). Nuestros hijos necesitan ser disciplinados a menudo y no hay mejor prueba de tu amor por ellos que tomarte el tiempo para hacerlo. Su futuro será bastante oscuro si no lo haces.

No pierdas de vista el objetivo final. Es posible que tus hijos no expresen gratitud cuando los disciplinas, pero disciplinar con amor es parte de la crianza con gracia.

[1]Dave Anderson, Saving the Saved: An Exposition of 1 Peter (Grace Theology Press, 2020), 72.