¿Cómo ayudar a las personas víctimas de abuso y a los abusadores?Ejemplo

Ayudar a las personas víctimas de abuso con gracia.

Una vez conocí a una mujer que había sido maltratada por su pareja y, sin embargo, a pesar de haber llamado a la policía, volvió con él. En ese momento, me di cuenta de lo complicado que es el abuso. Hay factores —las heridas de la infancia, los pecados generacionales y los hábitos de décadas— que nos mantienen atrapados en relaciones tóxicas y opresoras.

El profeta Isaías escribió una vez: «Y aprendan a hacer lo bueno! ¡Busquen la justicia! ¡Reprendan a los opresores! ¡Hagan justicia a los huérfanos y defiendan los derechos de las viudas!» (Isaías 1:17). ¿Cómo lo hacemos? No solo con la verdad, sino también con la gracia de Dios.

Mientras a tu amiga le cuesta creer que el abuso realmente no es su culpa, la gracia espera. Mientras tu hija vuelve con el tipo al que tu quieres atropellar con la camioneta, la gracia espera. La gracia está lista cuando ellos estén listos, como el padre del hijo pródigo que esperó hasta que su hijo llegó a casa.

Y la gracia ofrece el evangelio. Si la víctima es cristiana, usted puede decir: «Tú eres hijo de Dios. Eres precioso para nuestro Padre. Él no cree que seas despreciable, estúpido ni inútil. Él sonríe cuando piensa en ti». Si la víctima de abuso no es cristiana, usted puede decir: «Dios quiere algo mejor para ti. Jesús entiende por lo que estás pasando. Él quiere que tengas la esperanza de un lugar donde no haya más llanto, lágrimas ni abuso». La gracia defiende a las víctimas de abuso de una eternidad de dolor prometiéndoles la vida eterna por medio de Jesús.

Defiende a los oprimidos con el evangelio, dándoles a Jesús, la mejor gracia de todas.