Yo estaré contigoMuestra

Mirar atrás

Cuando mi hija mayor llegó a este mundo, todo era diferente. El matrimonio era diferente. El trabajo era diferente. Dormir era MUY diferente. La vida era diferente.

Los cambios pueden ser difíciles y no solo para los padres de recién nacidos. Es difícil que papá comience en un nuevo trabajo y los niños deban trasladarse a una nueva escuela. Es difícil divorciarse y empezar a tener citas de nuevo a los 40. Es difícil que la empresa haga la transición a un nuevo equipo con una nueva visión y un nuevo mercado. Y el cambio es difícil para nuestros corazones amantes de la rutina.

Me pregunto cómo se sentía Josué. El libro que lleva su nombre comienza así: «Después de la muerte de Moisés, el siervo del Señor, habló el Señor con Josué hijo de Nun» (1:1). Después de más de 40 años de ser el mentor de Josué, Moisés había muerto. Después de pasar décadas en el desierto siguiendo a Moisés, el pueblo de Dios estaba a punto de seguir a Josué hacia la Tierra Prometida.

Entonces, ¿qué hizo Josué? Él miró hacia atrás. Miró hacia atrás y vio el amor salvador de Dios durante el éxodo. Miró hacia atrás y vio el cumplimiento de las promesas de Dios en el desierto. Josué no podía mirar hacia el futuro, pero podía mirar hacia atrás, al pasado.

Tal vez eso es lo que tienes que hacer también. Mirar hacia atrás y fijar tus ojos en Jesús. Ver su amor y poder en la cruz. Escuchar su grito triunfante diciendo que tu pecado ha desaparecido. Deja que sus palabras resuenen en tus oídos: «Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20). Porque cuando la vida cambia, nuestros corazones necesitan a Aquel que es el mismo ayer, hoy y siempre. Cuando mires hacia atrás a Jesús, estarás listo para mirar hacia adelante las cosas nuevas que estés enfrentando.