Pensando ando en cómo estoy criando.Muestra

Menguar para que ellos crezcan.

Los juegos de vídeo, de mesa o competencias de destrezas son algunas de las cosas que disfrutamos mucho en familia. Aún cuando hacemos énfasis en que divertirse es más importante que ganar, no niego que todos intentamos ganar con todas nuestras fuerzas. Cuando los niños eran más pequeños, el ganar para nosotros era una decisión. Ahora que han crecido y desarrollado destrezas, ganar requiere muchas veces un esfuerzo mayor. Hablaba con mi esposo sobre esto y bromeábamos con el hecho de que nuestras capacidades y habilidades van cambiando y la de nuestros hijos van adquiriendo mayor nivel de dificultad. Terminamos la conversación riendo y mi esposo citó Juan 3:30 "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe".

Ese versículo me acompañó las semanas siguientes pensando en el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos. Juan estaba haciendo referencia a la importancia y relevancia de Jesús y lo que Él vino a hacer y eso me llevó a pensar en nosotras como madres.

Verdaderamente nuestros hijos continuarán creciendo y así como Juan el Bautista abrió el camino para Jesús, nosotros somos llamados a abrir el camino a nuestros hijos para que conozcan la importancia y relevancia de Jesús en sus vidas. Llegará el momento donde ya no imitarán nuestra oración, si no que tendrán la suya propia. Llegará el momento donde no seremos nosotros quienes les leamos la Biblia, ellos tendrán que decidir hacerlo y experimentar el beneficio por ellos mismos. Llegará el momento donde se enfrentarán a la decisión de decidir entregarle su corazón a Jesús y permitirse vivir en primera persona el privilegio de crecer en su relación con Él. Pero hasta que tomen todas estas decisiones que en algún momento nos excederán, tenemos la oportunidad de abrirles el camino (al enseñarles) no solo con nuestras palabras sino mucho más con nuestros actos, cuán relevante y necesario es Dios a sus vidas. Para que en este proceso de menguar en la maternidad (verlos crecer), ellos lo hagan tomando decisiones que transformen su alma y su vida, encontrando plenitud en Su creador.

Pensando ando...

¿Cuán a menudo piensas en las decisiones que tus hijos tendrán que tomar sobre vivir una vida de fe?

¿Qué cosas puedes anticipar sobre ese proceso?

¿Cómo ves que tu relación con Dios los invita a ellos a tener una relación con Dios?

Te animo a tener un tiempo de oración para aprender a detenerte intencionalmente cada día, por descanso en el cuidado que Dios tiene de tus hijos y para que puedas invertir con amor en la Salvación de ellos.