Cuando Sopla El VientoMuestra
LIBRE ALBEDRÍO DEL VIENTO
Cuando estamos adheridos a algo, no podemos movernos separadamente, sino simultáneamente. Y para confirmar esta afirmación necesitamos volver a Juan 1:12-13 "Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.”
En otras palabras, Dios nos hace nacer de nuevo con nueva vida espiritual, que ahora está dirigida por el Señor. Ya no somos dirigidos por nuestra propia voluntad, humana, carnal; sino por la de Dios.
Ése es el contexto. Ahora llegamos al versículo 8. Jesús está comparando la obra del Espíritu de Dios en el nuevo nacimiento con la forma en que se mueve el viento, y con la manera en que el viento afecta al mundo sin ser visto y sin ser controlado por nosotros. Por ejemplo, los meteorólogos pueden alertarnos de fuertes ráfagas de viento, de vientos huracanados y hasta de qué punto cardinal o dirección se puedan sentir los vientos en un día; sin embargo, ellos jamás podrán controlarlos o desintegrarlos.
En el versículo 6, Jesús dijo: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. Está diciendo con claridad que el nuevo nacimiento es obra del Espíritu. Cuando usted ha nacido de nuevo, ha nacido por el Espíritu. Esto queda realmente claro en Juan 6:63: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha." Así que el nuevo nacimiento que viene de él, son resultado de la obra del Espíritu y jamás nuestra.
Ahora, habiendo hecho esa aclaración, Jesús enseña en el versículo 8 cómo el Espíritu Santo realiza esta obra de regeneración. "El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu."
Jesús, expresa cuatro verdades sobre la obra del viento que reflejan la obra del Espíritu.
1) "El viento sopla donde quiere,” donde desea. Así que el viento, o sea el Espíritu, es libre. El Espíritu no es restringido por nosotros. El énfasis cae sobre la voluntad del Espíritu, no sobre nuestra voluntad.
2) Entonces Jesús dice, “. . . y oyes su sonido. . . " Esto significa que hay efectos perceptibles del viento invisible. Usted no puede ver el viento, pero sabe que hay viento por su sonido, por la percepción sobre su piel, por las ramas y el polvo volando en el aire. Así es con el Espíritu, en la obra de regeneración, que significa nuevo nacimiento espiritual: usted no le puede ver, pero puede ver sus efectos. Esa regeneración es el acto de Dios por el cual, Él, a través de su Espíritu concede al pecador, el regalo de una nueva vida. Esta es la vida de Dios, que es la impartición de su propia naturaleza espiritual en nosotros.
3) Jesús dice: “. . . pero no sabes de dónde viene...” Esto enfatiza que usted no lo origina, no provoca el movimiento del Espíritu." “…no sabes." Estas palabras significan que hay un misterio para nosotros. El Espíritu obra de maneras que no podemos comprender completamente. Es como lo que Jesús dijo en Marcos 4:26-27: “Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.” Y Jesús dice en Juan 3:5 que usted no puede entrar al reino de Dios a menos que nazca de nuevo.
Los ministros de Dios, sembramos la semilla de la Palabra y Dios provoca el nuevo nacimiento, pero no sabemos cómo.
4) Dice al final de esa primera oración en el versículo 8: “. . .ni adónde va.” Usted no puede determinar su origen, ni puede determinar su destino. El Espíritu es libre. Va a donde quiere.
Así que, el mensaje hasta ahora es que el Espíritu es misterioso. Tiene voluntad propia. Viene y va, según sus propias leyes. No lo controlamos. No podíamos antes, cuando Jesús hablaba con Nicodemo ni podemos ahora, más de 2000 años después. El viento es libre. No decidimos qué hace el viento.
“El viento hace y decide lo que quiere para con nosotros.”
Acerca de este Plan
La Pastora Glenda Liz Amador, comparte a través de este devocional, un abstracto de su libro Lo Que El Viento Me Enseñó. Conozca la intervención del viento y su acción en nuestras vidas, aun antes de percibirle, escucharle o recibirle... Él tiene mucho que enseñarle... ¿Está dispuesto a escucharle?
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiatde.today/misletras-blog