Encontrando a PapáMuestra

Mi padre pasó la mayor parte de mi vida en unas vacaciones patrocinadas por el gobierno y otorgadas por un juez. Recuerdo cuando cumplí 16 años, compré mi primer carro y lo manejé hasta la prisión para poderle decir a mi papá sobre mi nuevo auto 1985 Oldsmobile Cutlass. Pasé por seguridad, me senté frente a un vidrio y tomé el teléfono para hablar con mi papá sobre el auto..

Una de las veces que logró salir de la prisión, manejé el mismo vehículo para recogerlo en el hotel donde lo habían dejado. Manejamos por ahí, comimos enchiladas, y compramos herramientas en una tienda. Cuando nos estacionamos de vuelta en el hotel, finalmente decidí que lo iba a hacer. Mirándolo fijamente a los ojos, y con mi voz quebrada dije, “papá, ¿por qué?” Él pausó por un momento mientras lágrimas caían de sus ojos, mi papá medía casi dos metros, tenía pelo largo, una cola de caballo hasta la mitad de su espalda y su barba llegaba hasta su pecho. Alphas como mi padre no lloran, pero esta vez fue diferente. Mientras se limpiaba las lágrimas, tomó la parte de atrás de mi cabeza y acercó su boca a mi frente y en medio de lágrimas, todo lo que pudo decir fue “te amo hijo.”

Mi papá no lo sabía en el momento, pero me estaba dando lo que creo que cada uno de nosotros necesitamos — la bendición de un padre. En la cultura Judía, la bendición siempre venía del padre. Los hijos no se iban de la casa, compraban propiedades, o se casaban sin la bendición de sus padres. Abraham pasó su bendición a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a sus hijos, y así sucesivamente. Cuando Jesús fue bautizado, El Padre declaró, “Este es mi hijo amado; estoy muy complacido con Él. “ El futuro de estos hombres estaban conectados a las bendiciones de sus padres.

Consecuentemente, hoy tenemos un grupo de personas por ahí sin futuro porque no tienen la bendición del padre, pero lo que el enemigo intentó para mal, Dios usa para bien. Jesús no vino para reemplazar el rol de padre, Él vino para redimir el rol. Quizás nunca recibas la bendición que quieres de tu padre terrenal, pero eso no significa que tienes que pasar el resto de tu vida sin un futuro. Jesús ha venido a poner esa bendición sobre nosotros. ¡Recibe la bendición del Padre hoy!