Un cuerpo, diferentes partesMuestra

Usted pertenece

Si esto de ser pastor no funciona, nunca tendría éxito como modelo de pies. Después de un extraño accidente de Zamboni, hace años (no es broma), perdí de forma permanente parte de la uña del pie. Combine eso con algunos mechones aleatorios de pelo de pie masculino estándar y se dará cuenta de por qué los zapatos siempre superan a las sandalias en mi selección de guardarropa.

A los pies les va bastante mal. En comparación con las manos, hacen muy poco. Las manos se estrechan y saludan. Los pies no tienen tales habilidades comercializables. Con razón Pablo escribió, «Aun cuando el pie diga: "Yo no soy mano, así que no soy del cuerpo", no dejará de ser parte del cuerpo» (1 Corintios 12:15). Los pies podrían preguntarse incluso si pertenecen.

Algunas personas son lo mismo. Tal vez usted no tenga talentos «grandes y llamativos» como hablar en público o una habilidad musical natural. Tal vez otras personas reciban la atención, las felicitaciones o los elogios. Tal vez usted se pregunte si su familia o su iglesia lo necesitan.

Si este es el caso, a Dios le gustaría hablar con usted. Porque él lo creó para que fuera parte vital de la comunidad de su iglesia. Es posible que su trabajo voluntario no llegue a publicarse en el boletín de la iglesia. Su compasión por una persona que va por primera vez a la iglesia podría olvidarse antes de la primera canción. Pero su padre que está en el cielo lo sabe. Él ve lo que usted hace para agradecerle por el perdón de sus pecados.

Puede que usted no sea una mano impresionante. Pero usted es parte esencial del cuerpo de Cristo.