El Secreto De Los Grandes EmpresariosEjemplo

LA UNCIÓN EMPRESARIAL

Hay una unción del Espíritu de Dios sobre los empresarios. Es una unción poderosa pionera. Tú harás lo que otras personas o familias nunca han hecho: harás cosas nuevas, conquistarás nuevos territorios. El poder de hacer todo esto demanda un corazón humilde, que desea separarte para Él; un corazón de honrarlo, de serle fiel a tu pareja, no irte por el dinero. Es una unción exagerada que debes ver como un llamado, como una asignación divina; no como un trabajo.

Dios nos va a probar para darnos la unción empresarial con el propósito de transformar naciones enteras. Recibir esa unción demanda administrar lo que Dios nos da con santidad, diligencia y sometimiento a su voluntad, obedeciéndolo en todo. Si eres un empresario y te estás robando los diezmos, no esperes que Dios te prospere. Cuando tú honras a Dios, Él te pondrá delante de reyes. Cuando sólo pensamos en nosotros, perdemos, estamos descalificados. Debemos pensar primero en Él y en que somos sus siervos.

El espíritu empresarial tiene propósitos divinos que influencian para transformar, proteger y multiplicar las riquezas para expansión del Reino, y proveer necesidades humanas y de la Iglesia.