Yo hago nuevas todas las cosasMuestra

¿Qué es lo realmente importante? Pablo intenta responder esta pregunta cuando escribe en la carta de Gálatas en el capítulo 6. Muchas personas que provenían del judaísmo practicante, circuncidados y que obedecían la ley de Moisés, se escandalizaban con la actitud de los nuevos creyentes “gentiles” (extranjeros), ya que la gracia de Dios en Cristo les promovía a actuar de maneras poco “convencionales” para sus términos. Incluyendo la no práctica de la circuncisión.

Es en este contexto que Pablo señala que poco importa las señales externas de la profesión de la fe, ya que es el Fruto manifiesto lo que indica bajo qué fuente una persona está viviendo: ya sea por el Pecado o el Espíritu. Remata de una manera tan espectacular que, a mi parecer, le pone un punto final al asunto “¿Saben qué? – dice Pablo – al final lo que importa no es si fuimos circuncidados o no, sino que hemos sido hechos una nueva creación”. (v15) Añade, luego, que la gracia y la paz es con aquellos que viven bajo este principio. Ellos son verdaderamente el Pueblo de Dios.

¿Qué es lo que importa en la vida? Sin duda que hay varias cosas importantes para nuestra existencia y subsistencia. Pero existe un principio, como diría Pablo, que es el eje rector de todo: ¿Has nacido de nuevo o no? Solo aquellos que hemos nacido de nuevo podemos tener la seguridad de que lo que estamos viviendo en el presente y en el porvenir, será en gracia y paz. No hay en absoluto algún merito humano que te permita vivir quieta y tranquilamente, si es que estás dentro del ámbito del Gobierno de Dios. No se puede separar la obra de Dios en tu interior de lo que hoy estás viviendo en el exterior, pero, al mismo tiempo, no puedes “ganar” por tu obra exterior lo que Dios quiere hacer en tu interior.

Y hasta que no descubras que lo que hay en tu interior es lo más importante del universo, nunca aprenderás a caminar en gracia y paz.

¿Qué tal si hoy nos replanteamos en lo que hemos creído? Quizás creciste en la Iglesia y te sabes las canciones de los domingos, pero eso no es señal que naciste de nuevo. Quizás reconoces el consejo de tu pastor o líder, pero tampoco es garantía que estás viviendo en el Espíritu. ¿Qué te garantiza que estás viviendo en el Espíritu y no en la carne? ¿Cómo sabes si realmente naciste de nuevo? Bueno, la Escritura es clara: Lo sabrás.

Oro para que puedas caminar en esta nueva vida que has recibido y que quiere dar fruto abundante en ti y para otros.