Daniel: Una Vida Consagrada a DiosMuestra

Manifestación de Dios en medio del quebrantamiento y la angustia (Parte 2)

Como mencionábamos en la lectura anterior, cuando no recibimos la respuesta de Dios en el momento en que pensamos, nuestro espíritu desfallece y nuestra confianza en Dios en ocasiones mengua.

Pero en el caso de Daniel no fue así; la postura tomada por este siervo de Dios, me ayudo mucho a continuar sirviendo a la obra de nuestro padre celestial, en medio de un tiempo de angustias y dificultad.

Sucedió que al iniciar este plan, estaba en la sala de mi casa al regreso de un servicio dominical y mi esposo empezó a presentar mucha fiebre, cuando llevamos al hospital, el médico lo relacionó con lo que esta sucediendo en relación al COVID-19; pero la verdad es que todos los hisopados salieron negativos; preocupándome aún más; oraba por una respuesta de Dios y en medio de esta angustia y desesperación no sabia si seguir escribiendo o dedicarme solo al cuidado de mi esposo; pero al regresar cuatro días después al hospital, le hicieron exámenes más profundos y nos dijeron que era positivo a malaria (enfermedad transmitida por un mosquito) y que además mantenía una masa en un de sus pulmones que lo tenía colapsado; por lo que tuvo que ser hospitalizado.

Como toda buena esposa dedicada a Dios; decidí dirigir mis oraciones por la sanidad de mi esposo y puse pausa a este plan por unos pocos días; pero la verdad mi esposo no mejoraba y cada vez empeoraba más y más; quedando sin comer por muchos días, colocándole oxígenos y equipos por todos lados; aumentando mi angustia y desesperación al no poder verlo.

En medio de todo, sentía en mi corazón que si me ocupaba de los negocios de mi padre, el tendría cuidado de mi familia; coloqué toda mi confianza en Dios y continué con la tarea de expresarle a su pueblo lo que el deseaba transmitirle a través de este plan; al transcurrido el día 17 desde su hospitalización; un neumólogo se percató que mi esposo estaba sufriendo embolias pulmonares y pudo darle un tratamiento inmediato que lo ayudo a sobrevivir y superar este proceso.

Lo que deseo compartirles, con lo que me sucedió, es que yo pensaba que al estar en los negocios de mi padre, solo tendría momento de gozo para ver su gloria en medio de mucha paz y seguridad; pero la verdad fue que en medio de mi desesperación el pudo agotar todas mis fuerzas humanas y enseñarme que solo él provee la fuerzas que necesito, ya que su tiempo siempre es perfecto.

Daniel al estar junto a orilla del río Hidekel, recibió la visita de un varón con semejanza de hijo de hombre; quien venía de parte de Dios para fortalecerle; el cual le dijo "esfuérzate y aliéntate".

Quiero que creamos que así como Dios fortaleció a Daniel, puede fortalecernos en medio de cualquier circunstancia que estemos atravesando, lo único que necesitamos es mantener nuestra vida consagrada y enfocada en Dios todo el tiempo.