No culpes a la playaMuestra

"Un tractor amarillo"

Cuando pensamos en un descapotable amarillo, lo último que esperaríamos es un tractor amarillo. Es amarillo, es “todoterreno” y nos llevará a destino… pero no cumple con nuestra idea previa, la expectativa que teníamos.

En muchas ocasiones nuestras estructuras mentales no nos permiten aprovechar y disfrutar las oportunidades que Dios provee para nuestro camino. Hay un plan para nuestra vida, elaborado por el Creador de todo. Vamos hacia un destino maravilloso pues fuimos “creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:10).

Es verdad que el camino preparado por Dios para nuestra vida nos llevará por distintas estaciones y no siempre comprenderemos las situaciones por las que pasamos. En más de una ocasión nos cuesta entender lo que nos pasa y sin duda hubiéramos elegido otros caminos que se nos antojan mejores. El Señor explica diciendo “mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos… mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55:8-9). Cuando era chico, de ser posible me hubiera saltado las comidas para sólo comer el postre. ¡Menos mal que nuestros padres nos van guiando… hoy nuestros cuerpos nos lo agradecen! De la misma manera nuestros deseos y pensamientos actuales pueden atentar contra nuestro futuro, por eso los sabios y altos pensamientos de Dios son los adecuados para guiar nuestro camino.

Pero también nuestros pensamientos son cortos, no ven muy lejos. Se pierden oportunidades y no nos llevan a explotar el 100% de nuestro potencial. Nuestro Padre es creativo y tiene maravillosas sorpresas, que se llevan adelante de una manera muchas veces inesperadas. Las palabras de Dios a Su pueblo en Isaías 43:18-19 dicen así: “olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta?”. Esto nos llama a “pensar fuera de la caja”, a mirar más lejos, a tratar de no pensar en cosas obvias, a estar abiertos a las acciones creativas e innovadoras de Dios.

¿Qué tendrá preparado el Señor durante este año para tu vida? Tal vez sea un “tractor amarillo”, una solución inesperada y creativa. No nos cerremos, tengamos el corazón abierto a lo que Dios disponga ¡y veremos maravillas!.