No Te Impacientes Por Causa De Los MalvadosMuestra
No Tenemos Nada Que Envidiar
Muchas veces lo que catalogamos como bendición o prosperidad en aquellos que están apartados de Dios (el dinero, el éxito, etc.) es en realidad una maldición para ellos, porque es eso precisamente lo que más los aleja de la presencia de Dios. No importa cuánto promulguen el nombre de Dios con sus labios, si viven en pecado y en injusticia, si no tienen a Cristo en su vida, están separados de Dios y no hay peor miseria. Así que no tenemos nada que envidiarle a una persona que se enriquece o logra lo que quiere en injusticia, no importa que tan bendecida o próspera aparentemente pueda verse, pues está apartada de Dios.
“Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos. En verdad, los pones en un camino resbaladizo y haces que se deslicen por el precipicio hacia su ruina. Al instante quedan destruidos, totalmente consumidos por los terrores. Cuando te levantes, oh Señor, te reirás de sus tontas ideas como uno se ríe por la mañana de lo que soñó en la noche." Salmo 73: 17-20 (NTV).
Los malvados son como las flores del campo, crecen y florecen pero al día siguiente se secan, se marchitan y son arrojadas al fuego. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? (Mateo 16:26). Nosotros los hijos de Dios tenemos a Jesucristo, el dueño de todo y mientras lo tengamos a Él, nada nos falta. El gozo que da el dinero y los placeres de este mundo, es pasajero; pero el gozo y la paz que da el Señor, permanecen para siempre. No hay riqueza más grande, no hay tesoro más valioso que permanecer aferrados a la diestra poderosa del Altísimo; estar bajo Su protección, en Su gracia, Su amor y Su verdad es algo invaluable e inexplicable, solo los hijos de Dios lo podemos experimentar.
Entendamos que Jesucristo sufrió la muerte en el madero no para hacernos ricos en este mundo sino para hacernos ricos en Su reino, al que pertenecemos y del que disfrutamos eternamente. Los impíos por el contrario sufrirán las consecuencias de su rebeldía al ser lanzados al lago de fuego al ser juzgadas sus obras acorde a la Palabra. ¿Qué sentido tiene entonces preocuparnos por conseguir lo que supuestamente necesitamos mientras vivamos en esta tierra? Somos ajenos a este mundo, nuestra ciudadanía es celestial y nos es necesario conocer cada vez más el Reino al que pertenecemos para que no nos dejemos impactar ni distraer por las riquezas que ofrece el mundo, riquezas que perecen y no dan plenitud.
Acerca de este Plan
No te llenes de impaciencia por ver como los malvados muchas veces pareciera que se salen con la suya; a veces podemos llegar a pensar que su maldad no tiene límite, peor aún, cuando se jactan supuestamente de que Dios es quien prospera sus planes. Todo aquel que vive sin Dios y sin ley tendrá que asumir las consecuencias de sus acciones.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo/