Enfrentando dificultades en el muro

Como vimos ayer, chocar contra un muro es ese punto en el que llegamos a nuestro límite, y puede tomar una variedad de formas.

A veces chocamos contra un muro al experimentar dificultades. Para el apóstol Pablo, las circunstancias amenazaron enormemente su misión de seguir adelante. Cuando fue arrestado y encadenado en la celda de una prisión romana, Pablo fue separado de las iglesias que amaba y ministraba. Valientemente, no se derrumbó ni se rindió con desesperación. Lejos de eso. En cambio vemos a Pablo mostrando un nivel heroico de firmeza espiritual.

¿Hay alguna situación en tu vida en este momento en que sientes que está más allá de tu capacidad de soportar? Las exigencias en el trabajo, el duelo, la cuarentena y mil circunstancias más, internas y externas, pueden hacernos sentir débiles y aislados.

Pablo confió en Dios por la firmeza para superar las dificultades que enfrentó. Creía que Dios estaba haciendo algo más grande en la iglesia, no solo a pesar de su sufrimiento, sino a causa de él.

La firmeza en nuestras propias vidas puede tomar una forma similar. ¿Qué pasaría si esforzarnos más allá del muro fuera tan simple como creer que nuestra difícil situación es solo una pequeña parte del plan más grande de Dios para hacer algo grande al final? Aquí hay un secreto: el mandato de Jesús de ser sal y luz es más efectivo durante nuestras luchas más difíciles.

Cuando nos sentimos extendidos más allá de nuestros límites, tenemos una oportunidad increíble de ser la luz del mundo.

¿Qué quiso decir Jesús cuando nos declaró ser sal y luz? Es como si dijera: cuando la sociedad que te rodea es más oscura, es cuando tú, mi pueblo, brillas más.

Tomemos la determinación de resistir bien las dificultades. Al hacerlo, seremos como sal en los labios del mundo, Haciendo que otros tenagn sed de Dios.

Reflexión: ¿Qué me enseña el ejemplo de Pablo acerca de ser sal y luz incluso cuando encuentro dificultades?

Oración: Señor, al ser honesto, mis luchas internas y mis dificultades externas a menudo me distraen. Ayúdame a concentrarme más en tu reino que en mis problemas. Que yo pueda ser una luz para las personas que me rodean hoy, que mis palabras y mi comportamiento alegrarán las situaciones y harán que los demás tengan sed de conocerte.