Año nuevo: un nuevo comienzoMuestra
Viviendo con nuevas relaciones
Una de las realidades básicas de la vida es que estamos hechos para relacionarnos con los demás. Desde el principio, cuando Dios dijo: "No es bueno que el hombre esté solo", ha sido evidente el profundo significado de las relaciones humanas. La Palabra de Dios describe a los creyentes cristianos como "El Cuerpo de Cristo". Dice que estamos conectados unos con otros, y dependemos unos de otros. Fuimos creados para estar en una comunidad y funcionar mejor cuando nuestras relaciones son armoniosas. Debido a que las relaciones son fundamentales para nuestra existencia, la calidad de esa relación tendrá un impacto tremendo en la calidad de nuestras vidas.
Si nuestras relaciones son buenas, nuestra vida es buena, a pesar de las dificultades circunstanciales del momento. Este es el poder e importancia de las buenas relaciones en nuestras vidas.
Lamentablemente, en esta área de la vida a menudo tenemos dificultades. La mayoría de nosotros hemos roto relaciones en nuestras vidas. Estas nos causan dolor y las emociones atadas a estas relaciones afectan cada aspecto de nuestras vidas. Es difícil disfrutar incluso de las mejores cosas si nuestras relaciones con las personas están rotas. Los esfuerzos por "arreglar" nuestras relaciones rotas terminan en nuestras listas de resoluciones de año nuevo, año tras año.
Nuestras relaciones pueden ser diferentes. Tenemos la posibilidad real de nuevas relaciones porque, a través de Cristo, tenemos un corazón nuevo. En Jesús, tenemos una nueva vida, una nueva actitud y un nuevo acceso a Aquel que puede ayudarnos en nuestras relaciones. Estamos llamados a vivir en amor unos con otros, y Dios siempre nos da la gracia y la fuerza para hacer lo que nos ha llamado a hacer.
Jesús dijo que el mayor mandamiento era "amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas". Luego siguió diciendo que había un segundo mandamiento como el primero: "Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos". Jesús conectó estos dos aspectos de las relaciones; amar a Dios con todo lo que somos y amar a los demás con un amor que los ponga a ellos y a sus necesidades a la par con las nuestras. Esta conexión es crucial porque la segunda sólo es posible a través de la primera.
Como cristianos que amamos a Dios con todo lo que somos, estamos en condiciones de vivir en el amor y la aceptación que hemos recibido de Dios. La Biblia dice: "Amamos porque él nos amó primero". Podemos amar a los demás de una manera que nunca podríamos hacerlo sin Cristo.
Jesús les dijo a sus discípulos que les estaba dando un nuevo mandamiento: "Amaos unos a otros como yo os he amado". Debido a que hemos experimentado un amor tan radical e incondicional de Dios, tenemos una reserva de amor para dar a los demás. Podemos ofrecer amor a aquellos que son difíciles de amar, incluso a nuestros enemigos.
No está en nuestras capacidades naturales, pero en Cristo podemos ofrecer el amor que hemos recibido. Esto transformará nuestras relaciones, incluso si la otra persona se resiste al amor que le mostramos. Cuando perdonamos, amamos y estamos en paz, nuestras relaciones con los demás se transforman, sin importar su respuesta. Esta oferta de amor es la mejor esperanza de reconciliación. Aún así, suceda o no, experimentaremos una libertad que da vida.
Haz de este año el mejor año de todos. ¡Un año en el que camines en el amor ofreciendo a los demás el amor incondicional que has recibido de Jesús!
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Acerca de este Plan
Un nuevo año equivale a un nuevo comienzo. Es un tiempo para restablecer, actualizar y reenfocarte en lo que es más importante en tu vida. Tener el mejor año de tu vida comienza sabiendo que eres nuevo a través de Jesús. ¡Vive nuevo en el nuevo año!
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