Año nuevo: un nuevo comienzoMuestra
Viviendo con una nueva actitud
Una de las mejores maneras de vivir una mejor vida es teniendo una mejor actitud. Cuando somos seguidores de Jesucristo, somos nuevas criaturas. Por tanto, podemos tener una actitud renovada en todos los aspectos de nuestra vida. También se nos instruye sobre el tipo de actitud que debemos tener. Es el tipo de actitud que nos dará un nuevo enfoque de la vida y como resultado una frescura duradera en nuestras vidas.
En Filipenses capítulo 2, Pablo escribe que no debemos tener una actitud parecida a la de la humanidad caída, más bien, tener la misma actitud que tuvo Jesús. Deberíamos enfrentar la vida como lo hizo Jesús. Nuestra forma natural es tomar nuestras decisiones y actuar con egoísmo y vanidad, velando por nuestros intereses y considerándonos más importantes que los demás. En otras palabras, tenemos una actitud orgullosa y egoísta que casi siempre antepone nuestras propias necesidades y deseos. Este tipo de actitud seguramente disminuirá la calidad de nuestras vidas porque dañará nuestras relaciones y nos dejará descontentos y siempre queriendo algo más. Se nos dice que tengamos la misma actitud que Jesús. Sin embargo, esta actitud es completamente diferente a nuestra actitud normal.
Jesús tenía todos los motivos para ser orgulloso, ser arrogante y deleitarse en el hecho de que Él es Dios. Jesús, sin embargo, no trató de aferrarse a su "estatus" como Dios. En cambio, se despojó de su gloria. Tomó carne humana y vino a la tierra siendo un bebé. Tenía una actitud humilde, demostrada desde el mismo momento de su nacimiento en un establo. Su primera cama fue un comedero para animales. Tuvo una llegada humilde y creció en una familia sencilla y en un pueblo no tan especial.
A lo largo de su vida terrenal, Él demostró tener un corazón de siervo, viniendo, "no para ser servido, sino para servir". Fue totalmente obediente al Padre, hasta el punto de sacrificar su vida por la humanidad. Era desinteresado, no egoísta; obediente, no obstinado; no buscaba ganarlo todo, estaba dispuesto a darlo todo.
El mismo Jesús que vivió cada día el ejemplo de la actitud correcta, ahora vive en el corazón de quienes le han entregado su vida. El Espíritu Santo puede capacitarnos para vivir así.
Es un nuevo año y ahora es el momento de vivir con una nueva actitud de amor desinteresado y sacrificado, y de ser transformados cada día por ella.
Acerca de este Plan
Un nuevo año equivale a un nuevo comienzo. Es un tiempo para restablecer, actualizar y reenfocarte en lo que es más importante en tu vida. Tener el mejor año de tu vida comienza sabiendo que eres nuevo a través de Jesús. ¡Vive nuevo en el nuevo año!
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