La Intimidad Espiritual en El MatrimonioMuestra

Para cada hombre sabio una mujer virtuosa

¿Quién no quiere un hombre sabio, amoroso, gentil y trabajador? ¿Quién no quiere una mujer virtuosa, hermosa, ordenada y dotada de conocimientos? Todos queremos una persona perfecta. Lástima que aún no existen. Pero sí hay la posibilidad de ser mejores cada día sin importar cuántos años de casados tengamos y cuánto tiempo llevemos siendo la misma persona. A Dios le encanta ”los imposibles.”

Para ser una mejor persona, cada día debemos buscar el bienestar de los que están a nuestro alrededor mientras le permitimos a Dios obrar en nosotros. Sirviendo a otros llegaremos a ser humildes, desprendidos y amorosos. Velando por las necesidades de nuestro cónyuge fomentamos la bondad, la paciencia y la obediencia a Dios. Compartiendo lo que tenemos, fomentamos la gratitud, el gozo y la consciencia de que lo que poseemos es gracias a la GRACIA de Dios. Siendo fieles (en lo que escuchamos, vemos y participamos) mantendremos nuestro cuerpo santo y separado para Dios y nuestro cónyuge.

Por eso hoy les hago un llamado muy especial al servicio dentro del matrimonio. El servicio que Jesús mostró en el lavatorio de pies a los discípulos. Cuando majamos nuestro ego lo suficiente como para servir con amor a nuestro cónyuge Jesús se ve engrandecido. A veces pensamos que porque nuestro cónyuge no lo hace, tampoco deberíamos hacerlo, pero Dios nos invita a hacerlo, pues Él nos pagará por nuestras obras. El servicio es una herramienta y obra muy importante dentro del matrimonio, pues así se muestra el amor, la responsabilidad y la conexión que tenemos con Dios con HECHOS y no solo de palabras.

Hoy agradece por tu pareja y muestra un acto de servicio. No les dije antes, pero el servicio también enriquece la sexualidad.