La Intimidad Espiritual en El MatrimonioMuestra

Una oración a tiempo resuelve cualquier hecho.

La oración es una de las tareas diarias que debería ser un deleite para el que sigue a Jesús. No solo pedimos y nos comunicamos con Dios. Sino que es un tiempo de calidad que tomamos y reconocemos que Dios es soberano, que es nuestro Señor y que solo Él puede auxiliarnos. También puede ser una herramienta comunicativa con nuestro cónyuge al pedirle al Señor en voz alta uno al otro. Y por supuesto ayuda a resolver conflictos cuando ni siquiera puedan tomarse de las manos. La oración te da otra visión, porque descansas en Dios y porque traes a tu mente la palabra de Dios que llega a ser tu estrategia y el redarguir del Espíritu. 

Hagan de la oración su lugar de auxilio. Intenten orar juntos dos veces al día y háganlo un hábito, aunque sea por teléfono o a la hora de cenar. Es importante vivir tiempos juntos de oración, pues esto les ayudará a conectar uno con el otro, a orar por sus debilidades y necesidades sexuales. Incluso ayuda a mejorar la comunicación y a aumentar la empatía dentro del matrimonio y con los hijos, un resultado de la salud matrimonial.