[Apocalipsis: El Retorno] Nuestro Examen FinalMuestra

¡Es tiempo de examinarnos a nosotros mismos!

¿Podemos decir que no importa si seguimos pecando, porque la gracia de Dios es sobreabundante? En Romanos 6, el Apóstol Pablo nos dice que esa actitud es inaceptable y nos exhorta a dejar de servir al pecado.

La mejor manera de prepararnos para el examen final es no darnos permiso para mentir, no usar un lenguaje grosero, no enojarnos con facilidad y con frecuencia, o fallar en todas aquellas áreas que descuidamos continuamente. Debemos hacer un esfuerzo mucho mayor para no aprovecharnos de la gracia con la que Dios nos ha perdonado. Una segunda cosa que podemos hacer es pedirle a Dios que nos conceda el espíritu de temor de Dios, que nos ayudará a no tomar nuestras deficiencias y faltas tan a la ligera. También podemos llevar un registro de cuántas veces mentimos cada semana o mes para evaluarnos a nosotros mismos. De hecho, la Biblia nos pide que nos examinemos a nosotros mismos. Si no nos evaluamos a nosotros mismos, es posible que reprobemos este examen final.

Desarrollemos el hábito de examinarnos a nosotros mismos.

A lo largo de los siglos, Dios ha concedido constantes misericordias a su pueblo, tanto a hombres como a mujeres. Una persona puede hablar de todas las cosas buenas que hace por Dios, mientras que los demás cubrirán y compensarán sus defectos, pero esto es como tratar de tapar el sol con un dedo; las buenas obras no pueden cubrir una esfera tan grande.

El apóstol Pablo también nos dice que el día de la venida del Señor Jesús está cerca. La oscuridad ha avanzado sobre el mundo y se ha apoderado cada vez más de las mentes y de los corazones humanos. Debemos, ahora más que nunca, prepararnos para la pronta venida del Señor Jesús. La mejor forma de hacerlo es seguir examinándonos. Esta autoevaluación nos ayudará a identificar si estamos aprovechando la gracia de Dios para construir con oro, plata o piedras preciosas. Lo más seguro es que estos minerales se refieren a las intenciones de nuestro corazón, las cuales deben ser así de puras para poder resistir cualquier temperatura o prueba.

Recuerda: puedes resistir el fuego del examen final si lo que has hecho con y en tu vida se ha construido sobre intenciones puras provenientes de un corazón humilde.

Te invito a llevar un diario de tus fallas y defectos para mantenerte alerta y concentrado en tu purificación. Este diario se convertirá en tu mejor preparación para tu examen final.

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