Lo Curioso Del IntercambioMuestra

Nuestra vergüenza por Su gloria.

¿Cuál es ese evento, esa acción, esas palabras que dijiste o recibiste, que más te llenan de vergüenza? ¿Puedes pensar en ese momento?

En la Biblia encontramos varias historias de personas que Dios escogió, amó y usó, que hicieron varias regadas a lo largo de su vida. Ellos conocieron de primera mano la palabra "vergüenza". Uno de ellos fue Simón, quien se convertiría en el famoso Apóstol Pedro. Pero antes de ser famoso, vivió un episodio con Jesús que lo pudo haber dejado lleno de pena por el resto de sus días, tachado por todos como un hombre infiel, que no se puede contar con él, que dice una cosa pero hace otra.

Estando con Jesús, antes de que Él fuera arrestado, Pedro le aseguró que él lo seguiría a donde fuera e incluso daría su vida por su maestro, solo para terminar negándolo tres veces, lleno de miedo.

Lo que pudiéramos esperar en una relación normal es que después de que esa persona te mintió, te rechazó, incluso te negó en tu momento más bajo y más difícil, tú decidas no saber nada más de esa persona y jamás perdonarla, o decidir perdonarla pero terminar con esa relación de una vez por todas. Lo sorprendente de Jesús es que Él no hizo ni una cosa, ni otra. Él sabía que Pedro lo negaría, Él mismo se lo predijo.

Y es que a Él no le sorprenden nuestras fallas, errores, ni pecados, los conoce. Conoce lo más profundo de nuestro corazón, lo más oscuro y más dañino...pero aún así decide abrazarnos y recibirnos en Su familia. ¡No solo nos da un lugar a la mesa, sino que nos capacita con Su Espíritu y Su poder para incluso llegar a liderar a otros e invitarlos a encontrar sus propios lugares en esa misma mesa! Pedro fue invitado por el mismo Jesús para liderar el movimiento que Él había iniciado, Su Iglesia, lo más preciado para Él.

La historia de Pedro me recuerda que Jesús es capaz de tomar lo más oscuro de mi vida, mi mayor vergüenza, lo que estaba muerto, y convertirlo en algo que está lleno de vida y de gloria.

¿Cuál es tu mayor vergüenza? Te invito a dejarla a los pies de la Cruz hoy. ¡Intercámbialo por vida plena en Jesús!