[Globos amarillos] Caín y Abel: Consecuencia y oportunidadMuestra
Guardián del hermano
La palabra «justo» significa «armonía». Ante todo, debemos estar en armonía con los caminos de Dios. Es andar en su camino e incluye un elemento de armonía social. Entonces, cuando la Escritura nos llama a ser justos, es un mandamiento comunitario. Nos dice que administremos quiénes somos, no solo por nuestro propio interés, sino también por cómo influye en el mundo que nos rodea.
Como muchos de nosotros, Caín no ve a su hermano como un aliado en la búsqueda de la armonía. Él no busca amar a Abel como a sí mismo. En cambio, ve a Abel como un obstáculo para su armonía interna, su comodidad. En lugar de buscar la armonía a través de la búsqueda de lo que es mejor para Abel, Caín persigue la armonía eliminando la comparación.
Caín busca un chivo expiatorio en lugar de apropiarse de sus acciones como sugiere Dios: «Serás aceptado si haces lo correcto» (Génesis 4:7).
No tenemos que asesinar para tomar represalias. Pero cualquier represalia nacida de la ofensa resultará en una especie de muerte como mínimo, el fin de la armonía social piadosa. La ofensa es una herramienta para el pecado. Cuando nos ofendemos con los demás, estamos echando la culpa, al igual que Caín echó la culpa. Cuando actuamos o culpamos por ser ofendidos, estamos siendo dominados por el pecado, lo que nos lleva a la muerte.
Cuando nos encontramos con dolor emocional, a veces pensamos que podemos deshacernos de él atacando a los demás; este es el enfoque de Caín. «Si hago que otros sufran, me dolerá menos». Todo lo contrario. Si lastimamos a otros, aumentamos nuestro dolor.
Lastimar a otros es una violación de la armonía social. No podemos tomar decisiones por los demás, pero nuestras elecciones afectan a los demás. Y podemos, y debemos, asumir la responsabilidad de servir a los demás. Como el Nuevo Testamento lo deja claro, la justicia parece un cuerpo que funciona bien, donde cada parte del cuerpo hace lo que mejor sabe hacer y Jesús es la cabeza. Esta máquina bien engrasada no puede funcionar cuando vivimos sintiéndonos ofendidos, nos aferramos a la amargura y operamos con culpa.
El mandato principal de Jesús es buscar el bienestar de los demás de la misma manera que lo buscamos para nosotros mismos. Al dejar de lado el yo, nos encontramos a nosotros mismos. La alternativa es el pecado y la muerte. Al exigir nuestro camino, nos perdemos a nosotros mismos. Encontramos la versión más auténtica de nosotros mismos en dejar ir nuestra carne y participar en la comunidad de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
La historia de Caín y Abel es una narrativa clásica rica en ideas e invitaciones. Esta serie devocional de cinco partes de la serie «Globos Amarillos» explora el viaje de Caín mientras lucha por escuchar y percibir los caminos de Dios. A lo largo del camino, el Señor permanece cerca de Caín. Ese acto de amor nos ofrece esperanza para la redención, no importa cuán grande sea nuestro pecado.
More
Nos gustaría agradecer a Grace School of Theology por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.gsot.edu/center/