Alimenta tu feMuestra

Mateo 28:1-7 NVI

1 Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. 2 Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. 4 Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. 5 El ángel dijo a las mujeres: -No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. 7 Luego vayan pronto a decirle a sus discípulos: "Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán". Ahora ya lo saben.

"Tiene que estar en algún lugar"

Al crecer, mi mamá era la mejor en encontrar cosas que se habían perdido. Tengo una gran familia, y cada vez que alguien acudía a ella por la pérdida de llaves o una prenda de vestir, siempre decía: "Bueno, ¡tiene que estar en algún lugar!". Mirando hacia atrás, creo que la habilidad de mi mamá para encontrar cosas se relacionaba con su creencia de que podían ser encontradas. Lo mismo ocurre con tu esperanza: la esperanza no está perdida, aunque así lo sientas. En los versículos de arriba, cuando los discípulos y María no pudieron encontrar a Jesús, comenzaron a sentirse sin esperanza, pero sólo porque no lo podían ver no significaba que no estuviera allí.

Servimos a un Dios especializado en sacar luz de las tinieblas, vida de la muerte y milagros de situaciones que parecen imposibles. Me gusta decir que Dios no CAUSA todo, pero lo USA todo y lo trabajará para Su gloria. Puede parecer que toda esperanza está perdida, pero déjame animarte con las palabras de mi mamá: "Tiene que estar en algún lugar". Tu progreso está oculto en la creencia de que hay un logro por alcanzar.

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No importa lo difícil que pueda ser el tiempo o lo perdido que te sientas, Dios está obrando a tu favor y tiene una respuesta para tu situación. ¡No te rindas!