¿Alguna vez te has preguntado por qué? Muestra

¿Te preguntaste alguna vez por qué Dios te ama? 

¿Encuentras que es difícil aceptar el amor de Dios? Sabemos que nos ama, pero es más fácil preguntarnos por qué lo haría. Reconociendo todas las veces que nos hemos equivocado y las veces que hemos fallado, ¿por qué un Dios Perfecto y Santo sigue eligiendo amar a seres humanos imperfectos y pecadores como nosotros? 

Es otra gran pregunta, pero el amor de Dios tiene poco que ver con nosotros. Es bueno saberlo porque significa que Su amor no depende de nuestra virtud o comportamiento, de lo que hacemos o no. 

Entonces, ¿por qué nos ama Dios? Aunque no hay otra manera de saberlo mientras estemos en este lado del cielo, la Escritura nos ofrece varías razones potenciales. Veamos algunas: 

1. Amar no es solamente algo que Dios hace; amor es lo que Él es. En 1 Juan, descubrimos que el amor no sólo es parte de Dios, sino que Dios esamor. El concepto que tenemos del amor real proviene de Dios que es el origen y la imagen del amor en esencia. Él nos ama porque el amor es el núcleo de Su identidad. 

2. Dios nos ama porque Él nos creó e imprimió Su imagen en nosotros. Dios es nuestro creador, tiene el profundo conocimiento del porqué nos creó, del propósito que nos dio y del potencial dentro nuestro. No sólo nos ha creado sino que también nos hizo a Su imagen, calificándonos como muy bueno. Por lo tanto, vemos que tiene sentido que Dios ame y cuide a Su creación

3. Dios decidió desde el principio adoptarnos como hijos suyos. Nos mostró Su amor al enviar a Jesús para morir por nuestros pecados antes de que supiéramos acerca de Él. La Escritura nos dice que desde el principio, Dios sabía que nos adoptaría como Sus hijos a través de Jesús. Cuando aceptamos a Jesús, nos convertimos en hijos de Dios, Su familia formada por amor inmerecido y gracia.

Pueden haber muchas razones por las que Dios elige amarnos, pero lo asombroso es que porque Él es amor, y porque no cambia, Su amor por nosotros siempre estará. 

El amor de Dios no depende de nosotros, está completamente relacionado a lo que Él es. Romanos 8:38-39 nos recuerda que nada podrá separarnos del amor de Dios. Nada de lo que hagas podrá hacer que Dios te ame más de lo que Él te ama ahora, en este momento. Nada de lo que hagas hará que Él te ame menos de lo que Él te ama ahora, en este momento. 

Si estás luchando por recibir el amor de Dios, recuerda que no depende de ti. Depende del Dios que te ha creado a Su imagen, como Su hijo. El saberlo edifica nuestra fe, nos recuerda el carácter de Dios y nos ayuda a aceptar Su incondicional e inalterable amor. 

Ora: Dios, gracias por crearnos a Tu imagen y por decirnos que fue bueno. Aún siendo pecadores, mostraste Tu gran amor enviando a Jesús por nosotros, estaré por siempre agradecido por ese regalo. Gracias por adoptarme en Tu familia a través de Jesús. Ayúdame a recibir Tu amor y a extenderlo a otros. En nombre de Jesús, amén. 

Desafío: Haz una lista de versículos que te recuerden el amor de Dios por ti. En días difíciles de recibirlo, lee esa lista y recuérdales a tus sentimientos la verdad acerca de la Palabra de Dios.