Señales Del Regreso De JesúsMuestra
Aferrarse a lo “normal” en medio de la anormalidad
Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús cuáles serían las señales de su regreso, Él no solo les advirtió acerca de colapsos sistémicos por todo el planeta. También advirtió que la normalidad sería esencialmente una señal en sí misma. Aunque anunció un aumento de las guerras, rumores de nuevas guerras, nación alzándose contra nación, terremotos, hambrunas y todo lo demás, enfatizó que Él regresaría a un mundo en el que la vida parecería ser normal, no anormal.
Jesús dibujó un cuadro inquietante de los días, que pasan uno tras otro como es normal en medio de un mundo que se desmorona. Describió a las personas en todo el planeta casándose, comiendo, bebiendo, durmiendo, o trabajando en medio de terremotos cada vez más intensos, de guerras, enfermedades, hambrunas y otras cosas, todo ello apretándose como un nudo alrededor de la garganta de una humanidad colectiva. Su punto era que todas estas cosas seguirían igual hasta el día de su venida, como ha sucedido hasta este día.
Pero ¿qué significa todo eso para nosotros? La vida en nuestro planeta seguirá como siempre, incluso mientras la iniquidad abunda y estas señales desarrollan una tracción aterradora. Jesús hizo de la monótona rutina de las personas comunes una señal de su regreso cuando explicó: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37–39).
De forma similar, el Señor comparó estos últimos días con los últimos días de Sodoma y Gomorra, declarando: “Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste” (Lucas 17:28–30).
Cuando el sol se ponga en el día de la gracia y llegue la noche en la que nadie pueda trabajar (Juan 9:4), los ciegos seguirán guiando a los ciegos. Las condiciones en todo el planeta se volverán históricamente extremas, y sin embargo, la humanidad se obstinará y se esforzará por llevar vidas ordinarias en medio de tiempos extraordinarios. Y todas las cosas seguirán como han sido desde el principio, incluso cuando el día del Señor comience a aparecer de forma innegable.
Escrituras
Acerca de este Plan
Las señales que describió Jesús como “principio de dolores” señalan su inminente regreso a medida que despliegan y dan forma a la dirección de la historia. Como los dolores de parto, que son cada vez más intensos y frecuentes, ambos introducen el final de una era y, más importante aún, proclaman el nacimiento de otra nueva era por venir.
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Nos gustaría agradecer a CfaN Christ For All Nations por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://cfan.org/?office=us&language=es