Con Un Pie AfueraMuestra

¿Has notado alguna vez lo fácil que es caer en la rutina en los temas de conversación? Mi marido y yo podríamos estar toda la semana con un simple "hola, ¿qué tal el día?" "¿Necesitas algo de mí hoy?" Y así sucesivamente. Debido a nuestras agendas ocupadas y cambiantes, tenemos que ser intencionales para elegir una conversación de calidad. 

Años atrás, cuando nuestras agendas no estaban tan ocupadas luchábamos por conectarnos en una conversación. Todo lo que le decía a mi marido le parecía un ataque personal contra él, que para ser honesta, probablemente lo era. Y si él decía algo malo, yo lo añadía a mi lista de razones por la que estaba enojada con él ese día. Suena ridículo ¿no? Pero se transforma en un patrón y una atmósfera, que no sólo creamos para nosotros mismos, sino que cohabitamos en ella. No es para nada saludable ni provechosa. Nuestro cónyuge se convierte en nuestro oponente en vez de nuestro compañero de equipo, y nuestra casa se convierte en el campo de batalla. Esto no es lo que Dios quiere para tí, y te puedo asegurar que no es lo que Él pretendía.

Ahora mismo, puede que te resulte difícil concebir algo más que un "hola" y un "adiós". Las conversaciones en tu hogar pueden estar llenas de desdén y descontento o, peor aún, puede que no estés teniendo conversaciones en absoluto. Hoy vamos a ver cómo plantar las semillas para que se produzca una conversación de calidad. 

1. Ora por las conversaciones que te gustaría tener con tu cónyuge hoy. Debes estar internamente listo(a) para conversaciones de calidad.

 2. Ora por un corazón blando que espera lo mejor, no lo peor. Llénate de esperanza y expectativa por las interacciones que tendrás con tu cónyuge hoy. Manténte en oración para que Dios te ayude a ver y a recibir lo que tu esposo(a) tiene que decir con un corazón alegre y comprensivo. 

 3. Ora para que tu corazón esté preparado y otorgue gracia cuando tu esposo(a) no reciba lo que tú le estás diciendo de la manera que tú honestamente quieres decirlo.  Ya que escogiste este plan, las posibilidades que se vienen en el futuro cercano son algunas conversaciones difíciles que necesitan tenerse. No estoy segura si hoy es el mejor día para ellas, pero sí sé que el diablo va a estar preparado y esperando persistir en mantenerlos divididos de cualquier manera posible. Él odia el matrimonio como odia a las parejas que se comprometen por dar la pelea por un matrimonio centrado en Dios. De manera que cuando le digas algo a tu esposo que no es bien recibido, ten preparado el corazón para un intercambio pacífico en vez de un altercado en la zona de guerra.

DESAFÍO: 

Haz las oraciones mencionadas anteriormente un día antes a cualquier intervención. 

Oración:

Dios, el matrimonio es difícil, pero tú eres el creador de este bello regalo y queremos hacer las cosas a tu manera. Queremos comunicarnos llevando gloria a tu nombre y dar pasos hacia el camino de sanidad. Hoy oramos por corazones blandos, mentes abiertas, espíritus misericordiosos, y hogares en paz. ¡Oramos para que surjan situaciones que fomenten conversaciones de calidad con el otro, lugares seguros para conectarnos contigo y con nuestro cónyuge! Dios sabemos que eres fiel. Clamamos por tu victoria en nuestro matrimonio.