[5 Conversaciones Con Cristo] Ansiedad Y Preocupación Parte 2Muestra
La ansiedad y la preocupación son asuntos de control
Ciertamente, la ansiedad es mucho más que sentirse nervioso, inquieto o tenso. Es una condición creciente que una persona siente sin permitir necesariamente que los pensamientos negativos se apoderen de su mente. No es el resultado de perder la fe o de la falta de fe. Tomando en cuenta que la Biblia nos dice en Filipenses 4:6 que no debemos estar ansiosos por nada, a muchos creyentes se les ha hecho creer que nunca pueden estar ansiosos o que son débiles en su fe si se preocupan. Sin embargo, la ansiedad no solo está relacionada con la fe. A nivel emocional, es un indicador de que una persona está padeciendo conflictos más complicados a nivel emocional. También puede identificarse como un ataque espiritual, un asalto no solo a la mente, sino también al corazón. Por lo tanto, la ansiedad no es un asunto que deba tomarse a la ligera. No debes sentirte culpable por estar ansioso. El diablo sabe cómo lanzar ataques para provocar ansiedad y lo hace principalmente en momentos de estrés.
La Biblia nos dice que echemos todas nuestras preocupaciones al Señor porque él tiene cuidado de nosotros. Esta afirmación significa que Jesús entiende cuán pesada puede ser la vida y cómo la ansiedad puede convertirse en una opresión espiritual. Recuerda que eres valioso para Dios; vales mucho más que los lirios del campo. Dios sabe cómo proveerte en tiempos de necesidad.
La ansiedad y la preocupación son generalmente una cuestión de control. La mayoría de nosotros queremos poder mantener el control de las distintas situaciones que nos tocan afrontar en la vida. Queremos tomar el control a la hora de afrontar retos para atenuar las crisis, o eso creemos. Es más fácil tener suficiente para pagar las cuentas que sentarse y esperar a que el Señor provea. Lo más difícil es no poder trabajar y esperar en paz hasta que llegue la provisión. El control percibido crea calma, pero la falta de control provoca ansiedad y preocupación. Es normal que una persona se sienta ansiosa cuando las cosas están fuera de control. Sin embargo, en la vida cristiana, el desafío es entregar el control a nuestro Señor Jesucristo y esperar su respuesta. Esta es, sin duda, una de las cosas más difíciles de aprender, a medida que crecemos espiritualmente. Se necesita fe para poder ceder el control y se necesita un carácter fuerte para poder esperar en el Señor.
Acerca de este Plan
La ansiedad es mucho más que sentirse nervioso, inquieto o tenso. Puede ser un indicador de que una persona está padeciendo conflictos más complicados a nivel emocional. También se puede identificar como un ataque espiritual, que ataca no solo a la mente, sino al corazón. La ansiedad es principalmente una cuestión de control. Para luchar contra la ansiedad, se requiere desarrollar una confianza más profunda en Dios.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte, Pastor General de la Primera Iglesia Bautista de Houston en colaboración con El Centro Network, por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítanos en: https://houstonsfirst.org y http://www.elcentronetwork.com