Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

SueñosMuestra

Sueños

DÍA 5 DE 5

El mundo está del lado de los que sueñan 

Podemos percatar cuál era el sentimiento de José cuando fue vendido por sus propios hermanos. Es cierto que este hombre había empezado a soñar con Dios, pero por otro lado, no dudo en que una tormenta de dudas lo estaba azotando. Seguramente, hubo momentos en los cuales sentía que quería dejarlo todo. Y pensaba continuamente: “¿Acaso Dios está vivo? ¿Seguro que Dios es quien me reveló este sueño? Entonces, ¿por qué estoy enfrentando estas dificultades?” Además, se atemorizaba pensando si Dios lo había abandonado con lágrimas en sus ojos. En su viaje hacia Egipto, sentía la desesperación de no poder ver a su padre de nuevo, y el deseo de venganza hacia sus hermanos quienes lo habían traicionado. En medio de tanta aflicción, no es raro que José se sintiera tan mal, porque todos los soñadores tienen la misma experiencia. Por más que uno haya concebido el sueño de Dios, si las circunstancias no acompañan, uno llega a pensar: “¿Será esto de Dios?” Y sigue la duda: “¿Acaso Dios me ayudará?” Hasta llega a pensar si Dios no lo habrá abandonado. En caso de que el grado de ansiedad incremente, llega a dudar de la existencia de Dios. 

Si bien José se encontraba en una situación frustrante y desesperanzada, Dios le había sembrado una semilla de esperanza en dos oportunidades. Es por eso que José se aferró a esa fe que dice: “Llegará el día en que la semilla de la esperanza dará su fruto, a pesar de todo lo que pueda llegar a pasar”. Aun en medio de la desesperanza, no murmuró, no retrocedió, ni tampoco entró en una etapa de frustración. La esperanza tiene suficiente poder para llevar la vida entera de una persona. No solo José, sino multitudes de personas están viviendo una nueva vida gracias a la esperanza. 

Jesucristo representa a todos aquellos que fueron vivificados por la esperanza en medio de la desesperanza. La desesperanza que sintió Jesús es algo que no se puede describir con las palabras del hombre. Jesús, sin mancha ni pecado, fue abandonado por sus propios discípulos, y fue crucificado en medio de sus enemigos. En ese instante, hasta Dios le dio la espalda. Era tan dolorosa la situación, que Jesús levantó su voz, diciendo: “Elí, Elí, ¿lama Sabactani? Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Aun en medio de la desesperanza, Jesús abrazó la esperanza de la resurrección en su corazón. Es por eso que luego de 3 días de haber sido enterrado, resucitó, venció a la muerte y el hades, y se convirtió en el eterno destello de la esperanza. 

José no atravesó el valle de la sombra y muerte por sí solo. Dios nunca abandonó ni se apartó de él. José fue vendido como esclavo a la casa de Potifar. En esa época, no había libertad para los esclavos. Vivían y dormían junto a los animales. José no vio a Dios, pero Dios estuvo con él, y lo prosperó en todas las cosas. Era lógico que todo lo que José hacía prosperara, porque Jehová estaba con él. Era un mero esclavo, pero al prosperar en todas las cosas, su señor, Potifar, fue movido en gran manera. Y lo nombró secretario de la casa. “Ahora bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy bien” (Génesis 39:2). Ahora bien, si Dios estaba con él en medio de su aflicción, y todo estaba en el plan de Dios, no podemos evitar el siguiente interrogante. ¿Por qué Dios no lo exaltó apenas cuando llegó a Egipto? Si Dios había planeado usarlo, ¿por qué Dios no lo exaltó desde un principio, y no lo disciplinó desde un lugar de liderazgo? Según la sabiduría del hombre, esto es incomprensible. 

No obstante, podemos entender el por qué cuando meditamos en la relación entre el alfarero y el barro. El barro no puede convertirse en una vasija por sí solo. El barro se convierte en un elemento útil en las manos del alfarero, cuando éste lo trata con sus manos. El alfarero no puede usar la tierra en sí, sino que debe trabajarlo con sus manos, a fin de que sea lo suficientemente suave para hacer del barro una vasija. El plan de Dios era trabajar con la vida de José durante 10 años, con el objeto de usarlo como una vasija grande y preciosa. 

Esto es lo que experimentó José. José vio que su sueño estaba siendo realizado, porque Dios estaba con él, aun en medio de la cárcel. ¿Quién entró a la celda donde se encontraba José? El panadero y el copero, por haber ofendido al Faraón. En una misma noche, los dos habían soñado un sueño extravagante, y no lo podían interpretar. Luego de preguntarle el por qué, José empezó a interpretar el sueño de cada uno. Y tal como lo había previsto José, el panadero fue asesinado, y el copero retornó a su puesto original. La interpretación de José fue correcta. El copero estuvo sumamente agradecido por la interpretación de José. Por eso, José le pidió un favor. “Cuando recuperes tu puesto, haz saber al Faraón acerca de mí, yo no he hecho nada para estar aquí”. Pero luego de haber salido de la cárcel, el copero se olvidó completamente de José, de tal modo que tuvo que permanecer por 2 años más. En medio de la perseverancia, llegó el tiempo en que la semilla de la esperanza diera su fruto. 

Una noche, el Faraón tuvo un sueño. Y como se trataba de un sueño repetitivo, pensó que se trataba de una predicción. Pero no había manera de interpretar el sueño, y entró en una gran confusión. El Faraón había soñado que 7 vacas gordas y hermosas estaban comiendo pasto, pero en un momento dado, aparecieron 7 vacas feas y flacas, y se devoraron a las 7 vacas gordas. Luego de esto, tuvo otro sueño en el que vio 7 espigas de trigos grandes y hermosos, y repentinamente, observó que 7 raíces marchitas, secas y quemadas por el viento del oriente devoraban a las raíces grandes y hermosas. Como se trataba de una predicción, el Faraón llamó a todos los hechiceros de Egipto, pero nadie fue capaz de interpretar el sueño del rey. Se sentía tan molesto y ansioso, que no podía mantenerse quieto. En ese instante, el copero se acordó de José, y golpeando la mano sobre su rodilla, empezó a explicar sobre José. El rey, desesperado, mandó a traer a José. Aquel día, José aún se encontraba tras las rejas, pero empezó a oír unos murmullos desde afuera. De repente, entró un estilista, y le empezó a afeitar y a cortarle el cabello. Luego, lo bañó, lo vistió, y lo llevó hacia el palacio real en un carro. Las circunstancias habían cambiado en un abrir y cerrar de ojos. 

José se presentó delante del Faraón, y no solo le interpretó el sueño, sino que también le dijo cómo resolver el problema. El Faraón quedó sorprendido por la sabiduría de José, porque pensaba que era la mejor idea para mantener a su pueblo, y lo nombró primer ministro de toda la tierra de Egipto. Si tiene un sueño, un buen día se presentará delante de usted. No es que nosotros producimos el sueño, sino que es el sueño que moldea nuestras vidas, que transforma el destino y las circunstancias. Por tanto, Dios le concede un sueño a todo individuo o nación previamente antes de bendecirlo. 


Escrituras

Día 4

Acerca de este Plan

Sueños

Esta nueva serie de 4 planes ha sido especialmente diseñada en honor al Dr. Yonggi Cho (1936-2021). Cambia tus sueños, y vive en la Cuarta Dimensión.

More

Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/suenos-que-traeran-felicidad-ed-bolsillo/