La señal de la cruzEjemplo

Y del Hijo

Al traer nuestra mano hacia abajo de nuestra frente al pecho decimos "y del Hijo". Cambiamos nuestro enfoque a Jesús, nuestro Señor y Salvador, y consideramos dos verdades.

Primero recordamos la encarnación, el sorprendente acto de Dios de humillarse y convertirse en humano. Completamente Dios y completamente humano, Jesús camina entre nosotros, con nosotros, nos enseña, nos toca, llora y se ríe con nosotros. El propósito de la encarnación era convertirse en el Salvador del mundo. Él vive bajo la ley y vierte Su sangre como el sacrificio para permitir nuestro perdón. La simple acción de mover nuestra mano hacia abajo en forma vertical simplemente refuerza nuestra aceptación de la venida de Jesús desde el cielo.

La segunda verdad que consideramos es la naturaleza de Jesús como Hijo de el Padre. El título de Hijo nos da una visión dentro de la profunda naturaleza de nuestro amoroso Dios. Va más allá de nuestro entendimiento comprender completamente la naturaleza de las relaciones, pero vemos esto en la Biblia. Lo vemos en la descripción de Lucas de Jesús en el Jardín de Getsemaní. Jesús, a pesar de ser totalmente Dios, aún se toma tiempo de explorar, luchar y confirmar la voluntad de Su amado Padre. Al elegir seguir la voluntad de Su Padre, no solo nos muestra la verdadera naturaleza de ser un Hijo de Dios, sino que permite que el plan salvador de Dios se cumpla. Cuán sorprendente es que este sacrificio personal nos libera y al encomendar Su espíritu en las manos seguras de Su Padre, Él resucitó.

Oración

Oh mi hermoso Jesús,
mi mejor amigo, mi hermano, mi salvador.
Tú eres el camino a nuestro Padre,
Tú eres el camino que elijo ir
Eres a quién elijo seguir.
Cuando pienso lo que hiciste por mí,
mis palabras son simplemente, "Gracias".
Ayúdame a vivir mi vida en gratitud y servicio.
Amén.