MANTÉN TU CORAZÓN ENCENDIDO

¿Cómo podemos mantener un corazón encendido de amor por Dios, sin convertirnos en personas que solo profesan una religión? ¿Cómo hacemos para no perder la fe y la pasión por Dios en días en que abunda la incredulidad?

La historia de Débora termina con una canción. Porque además de ser esposa, profetisa y jueza, Débora era cantautora. En su poema, encontramos tres claves que nos ayudarán a mantener nuestro corazón encendido para Dios.

Según Jueces 5.4-5, Débora adoró la omnipotencia de Dios. Esta es la primera clave: la adoración.

Debemos saber que fuimos creadas para adorar a Dios. En tiempos de tristeza o de temor, debemos decirnos: «Voy a moverme y a contrarrestar estos sentimientos y pensamientos. Voy a levantarme para adorar a Dios por todo lo que Él hizo en mi vida».

La segunda clave es recordarle a nuestro corazón que somos valiosas. No importa cuál sea nuestra procedencia, nuestra raza, nuestra cultura o nuestro estatus social. Para Dios somos valiosas. Somos amadas. Fuimos redimidas por la preciosa sangre de Jesús.

La tercera clave para mantener el corazón encendido es que fuimos llamadas a brillar. Las mujeres de Dios deben llevar la luz a un mundo que agoniza en la oscuridad.

No importa cuál sea el rol que nos toca desempeñar, ¡debemos brillar!. Dios está con nosotras y Él desea levantarnos, como a Débora. Dios nos guardó y nos trajo hasta este día para que vivamos para su gloria.

Oremos pidiéndole a Dios que nos levante y nos use, para que Él haga de nosotras herramientas útiles en Sus manos.

Dios renueve nuestro ser interior, trayendo un nuevo cántico de libertad y amor. Para poder decir juntamente con Débora: «Los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza» (Jueces 5.31).

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